A pie de calle

La búsqueda de la armonía de la vida coloca al ser humano en el centro de todo: en comunidad y en comunión respetuosa con la naturaleza. Somos únicos e irrepetibles. Nuestro ser y vivir personales están llamados a aportar a la sociedad, a la historia, lo mejor de cada uno. La historia nos enseña que la gente normal, nosotros, el pueblo, es quien más puede hacer por un progreso real y duradero. Para descubrir que es así, entremos dentro de nosotros mismos, cultivemos valores auténticos y miremos a nuestro alrededor con ojos limpios y esperanzados. Se trata de que nuestra aportación a la comunidad sea positiva. A pie de calle. En lo sencillo de cada día.

Trapos

“Me parece que tampoco tiene razón de ser el que (un papa emérito) siga vistiendo de blanco, color que solo lleva el Obispo de Roma, aunque soy del parecer de ...

13-3-13 / 13-3-23

                Muchos 3 (6 veces), 1 (3 veces) y un solo 2. Pura casualidad, sin du...

Por un futuro de esperanza

Me dicen -aunque me parece que soy yo el que me lo dice- que el Papa Francisco sale mucho en estos “A pie de calle”. Quizás sea verdad. Y no tengo que justific...

Estar-ir. Ir-estar

«Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con Él. E instituyó doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar» (Mc 3,14). ...

Josefina

No voy a hablar de una santa, ni la voy a canonizar. Hablo de una persona que conocí durante 14 años y que me ‘cuidó’ (sí, me cuidó) en la casa parroquial. Sie...

Está en tus manos

                Dos manos y un papelito entre ellas. Una mano da y otra que acoge. Es una libra de Sudán del Sur. Aproximadamente 0,007 euros.  ...

No desperdiciar

Desperdiciar -más bien: no desperdiciar- alimentos es un tema que he traído en A pie de calle en más de una ocasión. Hoy lo hago valiéndome de unas palabras de...

Lo revolucionario es el respeto

 “Lo revolucionario es el respeto”, así decía Fernando de los Ríos.  “La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero”, asegura un conocido texto de M...