FELIZ NAtiVIDAD… o … felices fiestas (cada uno elegimos)
Para el CRISTIANO, que intenta ser consecuente, es el primer deseo. Claro.
Todavía hoy -31 de diciembre- sigue siendo NAVIDAD: NA-ti-VIDAD, para el cristiano.
NATIVIDAD DEL SEÑOR
Para seguir viviendo NAVIDAD, sigo con mis sencillas reflexiones. Propias y ajenas.
Aunque hoy -31 de diciembre- sea también NOCHEVIEJA.
Y la celebremos bulliciosamente: unos, pasándose mucho; otros con alegría y dignidad.
Pero sigue siendo NAVIDAD. Tiempo de alegría y esperanza. Todavía para muchos,
fiesta familiar.
Y FIESTA CRISTIANA. Por eso no nos deseamos FELICES FIESTAS. FIESTAS, ¿por
qué?
¡FELIZ NAVIDAD!
Y NAVIDAD ES SIEMPRE NAVIDAD. Aunque muchos ya no sé si saben qué
celebramos.
“Esperábamos un Dios omnipotente
y apareció un Dios débil e inerme.
Esperábamos un Dios todopoderoso
y descubrimos un Dios extremadamente frágil.
La Navidad nos enseña
que a Dios solo se puede llegar de dos maneras:
o siendo niño o agachándose mucho.
No empinándose, sino inclinándose.
No estirándose, sino inclinándose;
No subiéndonos en escaleras, en tribunas,
en pedestales, en púlpitos,
sino retornando a los primeros años de nuestra vida.
Porque Dios no es más grande que nosotros,
sino mucho más pequeño;
o formulado más exactamente,
Dios es mucho más grande que nosotros,
por la simple razón de que es más niño que nosotros.
Y, si Dios no pudo acercarse a los hombres
sino por el camino de hacerse pequeño,
tampoco los hombres podemos acercarnos a Dios
por camino distinto.
Por eso la Navidad es, ante todo, un misterio de infancia
que solo puede entenderse cabalmente
dando la palabra al niño que uno fue,
y confiando en que será leído por los niños
que los lectores fueron.
………………
La infancia es inmortal.
Al niño que fuimos se le puede arrinconar o amordazar;
pero no se le puede matar.
El niño que hemos sido está aún ahí, dentro de nosotros…
No se resigna a morir, grita y patalea dentro de nosotros.
Si la Navidad logra resucitar al niño que fuimos, estamos salvados.
Por eso deseo -a los que me lean- una feliz vuelta a la infancia.
“De los que son como niños es el reino de los cielos”
Gracias, Juan Manuel de Prada, por estas palabras.[1]
Ya sé que escribes muy bien, aunque no siempre esté de acuerdo contigo.
Esta vez, sí y con total gusto.
[1] JUAN MANUEL DE PRADA. SANTOS INOCENTES. XLSEMANAL 28 diciembre 2025. Pág. 9