Cuando tenía 11 años, Raúl Gavín —hoy padre de nueve hijos— vio morir a su padre, de tan solo 40, por una terrible leucemia. Fue su primer contacto serio con la enfermedad. No imaginaba entonces que tan solo nueve años después, recién cumplidos los 20, le iba a tocar sufrir el dolor en carne propia. «Desde entonces, padezco una enfermedad neurológica degenerativa y crónica (Esclerosis Múltiple)», apunta con la serenidad que le ha permitido formar junto a Mónica, la mujer de su vida, una familia numerosa. ¿Pueden la enfermedad y la muerte acercar a Jesucristo? ¿De qué forma? Las reflexiones de Gavín, que distribuimos en catorce entregas (una por semana), son una fuente de esperanza para jóvenes y mayores, sanos y enfermos. A pesar, o precisamente por eso, de que salgan de alguien con una enfermedad que afecta, según datos de la Sociedad Española de Neurología, a 2,5 millones de personas en todo el mundo.
[button color=»white» size=»normal» alignment=»center» rel=»follow» openin=»newwindow» url=»https://www.iglesiaenaragon.com/vida-y-muerte-una-historia-personal»]Vida y muerte. Una historia personal (introducción)[/button]
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- ¿Palabra de Dios o escritura?
- Adán y la enfermedad, como acontecimiento de tentación
- Abrahán y la enfermedad, como acontecimiento de incertidumbre y de fe
- Jacob. La enfermedad, como acontecimiento de lucha
- José. La enfermedad, como acontecimiento de descendimiento
- David. La enfermedad, como acontecimiento de humildad y purificación
- Job. La enfermedad, como acontecimiento de intimidad, diálogo, sabiduría y prueba
- La enfermedad, como acontecimiento de desierto
- La enfermedad, como acontecimiento de cruz
- La enfermedad, como acontecimiento de esperanza
- San Pablo. La enfermedad, como acontecimiento de fuerza
- La enfermedad, como acontecimiento de soledad y de silencio
- La enfermedad y los salmos
- La enfermedad y el escrute de la palabra