La delegación de misiones, de la diócesis de Teruel, ha presentado el proyecto de solidaridad de este año para las primeras comuniones y confirmaciones. El título del proyecto es “Sainte Dorothée, niños de la calle y abandonadas de Kikonka en el Congo”. El responsable del proyecto es el misionero Javier Negro, padre escolapio originario de la localidad turolense de Bello. Para dicho proyecto se necesitan 8000 euros.
La Comunidad Escolapia es la encargada de este proyecto con niños abandonados por su familia. Kikonka es la Misión a unos 100 kilómetros de Kinshasa, tiene una población de 15.000 habitantes, son muchos los niños y niñas que deambulan por los caminos, duermen bajo los árboles, con hambre (pueden pasar dos días sin comer nada) en grupitos de tres o cuatro, harapientos, descalzos…
Con el proyecto quieren acoger y acompañar a estos niños, desde 6 años, en su situación de desamparo familiar y social graves, para ayudarles a satisfacer sus necesidades básicas físicas, psíquicas y espirituales.