El hospital San Juan de Dios, designado como Templo Jubilar durante este año 2025 en la Archidiócesis de Zaragoza está experimentando un gran número de visitas y peregrinaciones. En los últimos días, el centro ha recibido a diversos grupos, entre los que se encuentran representantes de la Fundación Hospitalaria, del Arciprestazgo de Torrero, del de San José y del Instituto de Valdespartera, entre muchos otros. Según el mismo hospital, se espera que en las semanas venideras continúen llegando peregrinos y visitantes de otras instituciones y comunidades.
Adicional, el hospital ha preparado un “Camino Jubilar de San Juan de Dios» en el que, dentro de un itinerario, se muestran distintas paradas en la ciudad de Zaragoza con sugerencias de textos para leer y rezar. También se encontrarán enlaces a canciones, oraciones o reflexiones. Este recorrido se puede realizar solo o acompañado, con el momento y ritmo que elija cada peregrino.
En el «Espejo de la Iglesia en Aragón» de COPE entrevistamos al capellán del Hospital, D. José Luis Redrado y a la responsable de pastoral del mismo Cristina Galindo. A continuación, transcribimos la entrevista.
Rocío Álvarez: Contadme, el Hospital de San Juan de Dios ha sido designado como Templo Jubilar este año. ¿qué significa exactamente esta designación y qué importancia tiene para el hospital y para la comunidad?
José Luis Redrado: Yo creo que es un privilegio donde de parte de la diócesis que se nos ofrece es una ocasión de oro, digo yo, ¿no? Nos han puesto en las manos una joya para animar la esperanza. De hecho, ya en el hospital estamos siempre llenos de esperanza. Todos los que vienen, me refiero ahora a los enfermos, vienen llenos de esperanza de que se van a curar, etcétera. Y esto es un motivo mayor para inyectar esperanza en otros grupos que vienen a ganar el Jubileo. Estamos muy contentos y asumimos esto con gran responsabilidad por parte de nuestra. Estamos contentos, repito de realizar este servicio en nombre de la Iglesia de diocesana y también en nombre de la Iglesia universal.
R.Á.: Cristina, como decíamos, responsable del servicio de atención espiritual y religiosa del hospital. Cuéntanos, hemos sabido que el hospital, pues eso está recibiendo un gran número de visitas, de peregrinaciones, ¿cuéntanos quiénes están visitando el hospital?
Cristina Galindo: Pues sí, Roció, son muchos los que están viniendo a la capilla del hospital y nosotros como decía D. José Luis, estamos encantados de recibirles. Desde que se conoció la noticia de que nuestra capilla es templo jubilar, hemos ido recibiendo grupos muy diversos, has nombrado algunos y si empiezo a nombrar, pues seguro que me dejo. Así que sólo los mencionó de forma genérica. Por aquí han pasado parroquias, arciprestazgos, hace poquito estuvo la vicaría tres y grupos muy diversos. Por ejemplo, mañana viene la asociación juvenil aguazella. Y esto de que vengan jóvenes nos está resultando especialmente atractivo, hasta aquí han llegado alumnos de institutos, por ejemplo, del Instituto Valdespartera, colegios, hace unos días, vino un grupo de alumnos del colegio de Salesianos, del Almunia de Doña Godina, pues tenemos muchas visitas y tenemos previsto, seguir teniendo más visitas de coles, también de residencias de mayores, de asociaciones, en fin, toda una riqueza, ¿verdad?
R.Á.: ¿Y qué tipo de actividades se realizan allí?
C.G.: Bueno, pues lo que estamos haciendo es acoger. Acoger es uno de los verbos de la hospitalidad, que es el valor principal de los hermanos de San Juan de Dios. Y desde ahí, pues desde esta acogida, lo que hacemos es atender según lo que nos piden. Los más jóvenes se animan a hacer camino jubilar que hemos diseñado, que es una peregrinación que sale del Parque Grande y que recorre lugares cercanos al hospital, en un entorno verde agradable. Este camino posibilita a una reflexión a través de lecturas, de canciones, de vídeos y termina en el hospital. Los grupos de personas más mayores vienen directamente a la capilla. Y aquí en la capilla, pues la celebración también está siendo muy diferente, variada para cada grupo. Hay quienes celebran el perdón, otros realizan una oración, la celebración de la Eucaristía, pues es bonito poder vivir este momento de encuentro y hacerlo según el ritmo y las formas de cada grupo.
R.Á.: Has mencionado muchos de los grupos, que están pasando, que van a pasar el hospital se llena de vida, que representa, ¿no? ¿Qué significa para el hospital? Pues recibir a grupos tan diversos de distintas edades, procedencias.
C.G.: Bueno, nosotros decimos que celebrar el Jubilo es una oportunidad de sentir a Misericordia de Dios en nuestra vida, de seguir saboreándola, reconociéndola. Pero también nos estamos dando cuenta de que esta experiencia de celebración del Jubileo en el hospital está posibilitando la oportunidad de abrir las puertas a una riqueza vital, existencial, qué hay detrás de un lugar como este, detrás de un hospital, donde vivimos con intensidad, el dolor, las emociones y la vida desde su lado más auténtico. Y bueno, pues poder acercar esta realidad a otras personas, aunque sea solo un poquito, nos parece un regalo y, sobre todo, poder hacerlo con el acento de la fe con el que lo estamos viviendo. Creemos que hay mucha riqueza que compartir desde un hospital y vemos que la gente así lo está experimentando. Son muchos los que están viniendo, como decimos, y muchos los que se están yendo contentos. Así que, bueno, pues nosotros nos sentimos muy afortunados de poder ser signo, de esperanza, de poder hablar un lenguaje que, bueno, pues que parece que no está de moda, hablar de que las cosas salen bien y hablar de que al final esta película que cada uno vamos grabando, pues tiene un final feliz.
R.Á.: José Luis y más allá del aspecto, ya nos ha adelantado un poco Cristina, de las visitas de lo que recibís, de cómo se llena de vida del hospital, ¿qué significado espiritual, tiene también para el hospital, pues ser un lugar de peregrinación en este año jubilar?
J.L.R.: Yo creo que se está experimentando, pues esta misma realidad que decimos ¿no? sentido de esperanza y el sentido de hacer un camino en el cual, pues al final se tienen que encontrar con alguien, no solamente con las personas, sino que espiritualmente, pues se encuentren con algo de realidad, de vida y en esto, pues, subrayar el sentido de Cristo que se entreguen con Cristo. Este es un camino que al final, pues entran por la puerta, la puerta santa del corazón de Dios, se abre para ti, para mí, para los otros. Era el grito de Papa Francisco cuando inició el Jubileo, ¿no? Con él la vida cambia, con el Señor que él es la esperanza, no de frauda, el pastor. Entrar y abrazar y sentir el cariño, el espíritu, etcétera, o sea, saltar más allá de lo material que es recorrer un camino, pero al final encontrarse con alguien. Esto se nota mucho, sobre todo, cuando lo hacemos con los jóvenes que hacemos un poco recorriendo un poco de camino, físicamente dentro de la iglesia, hacemos unas piedras o que es camino, camino, camino hasta el final y al final hacemos una fotografía de Cristo que es el encuentro. Que al final de ese camino torcido algunas veces, sin luz o poca luz, etcétera, se encuentren con la iluminación de alguien que da luz, que da esperanza que es Cristo. Al final del camino se tiene que encontrar con Cristo. Esta es la finalidad del Jubileo, que intentamos que sea así también cuando pasan por nuestra puerta.
R.Á.: Muchísimas gracias a los dos por contarnos, por compartir esta experiencia tan bonita que está viviendo el hospital y que estáis haciendo vivir a todos los que se acercan, que deseamos desde luego que el hospital de San Juan de Dios, pues continúe siendo un lugar de acogida y bendición en este año jubilar. Muchas gracias a vosotros.
J.L.R. y C.G.: Muchas Gracias.