La diócesis de Huesca celebró el domingo 1 de octubre la eucaristía del Envío de agentes de pastoral en la catedral y presidida por el obispo, don Julián Ruiz Martorell. Contó con la asistencia de sacerdotes, religiosas, representantes de las delegaciones, catequistas o profesores de Religión, entre otros numerosos colectivos.


La celebración del Envío comenzó recordando a los presentes que “todos los bautizados hemos recibido el mandato de evangelizar, y todos debemos ser corresponsables en esta tarea”. Así, se insistió en el sentido propio de esta celebración en la que los agentes de pastoral son llamados y enviados, por parte del obispo en nombre de la iglesia, para llevar a cabo la misión de anunciar la Buena Nueva con la palabra y su testimonio de vida.


El rito consta de varias partes: comienza con una exhortación en nombre del Señor; sigue la confesión de fe que manifiestan su compromiso y disponibilidad; a continuación, se pronuncia la bendición del Señor sobre ellos para que Jesús les ayude con su fuerza y los mantenga en su fidelidad.


En su homilía, el obispo recordó que los agentes han de actuar con “humildad y sencillez» aclamando a Jesucristo. El cumplimiento de la voluntad de Dios no consiste sólo en decir, sino sobre todo en “hacer». Con este acto de inauguración del año pastoral, “reconocemos que el Espíritu es la fuerza vital, la fuerza creadora vivificante. Abre nuestro corazón creciente y realiza en nosotros la personalización de la fe». Con esta celebración, se inicia un tiempo de “crecer, creer y de querer» que el Espíritu Santo habite en nosotros. Representantes de Cáritas Huesca, Manos Unidas o la delegación de Vida Ascendente realizaron las ofrendas.