El domingo día 5, además de la Misa dominical de la Sal y la Luz tuvimos una triple bendición en las parroquias de Caudé, Concud y Celadas: las candelas por el día 2, los alimentos por San Blas (día 3) y a las mujeres por Santa Águeda (día 5).
En Caudé la Asociación de mujeres organizó por primera vez una procesión al concluir la Misa cantada por el Coro, desde la Iglesia hasta el peirón de Santa Águeda con la imagen de la santa portada por las mujeres. Allí se pidió la intercesión de la santa por la salud de todas. Durante la semana hubo que adaptar la imagen de Santa Águeda a una de las peanas de la Parroquia porque no se recuerda que hubiera procesionado.
En Concud también celebraron la Santa con un encuentro por la tarde sobre en homenaje a Santa Águeda y en Celadas con la comida organizada por la Asociación de Amas de casa además de la Eucaristía dominical.
La oración a Santa Águeda pide protección para las mujeres aquejadas por enfermedades en sus senos.
Oración a Santa Águeda
Señor Jesús, que has querido que tu mártir santa Agueda sea invocada como especial abogada de aquellas mujeres que se ven aquejadas con enfermedades en sus senos y en tu clemencia y bondad, que supera toda razón humana, te has dignado escuchar los ruegos de tus siervos por mediación de tan gran santa.
Te doy gracias Señor por tu compasión y te pido que nos asista tu misericordia. Concede a cuantos se acercan a esta imagen de tu virgen santa Agueda, la paz que necesitan y el remedio que solo tú puedes dar y que libra al mal y al cuerpo de males y enfermedades.
Concédenos que los ruegos y méritos de santa Agueda ayuden a tantas almas que sufren afligidas en sus cuerpos la enfermedad del cáncer te encomiendo en especial a (nombrar a la persona que padece enfermedad).
Dígnate escuchar nuestras súplicas. Concédeles el consuelo que necesitan y especialmente la curación que tanto anhelan, si es tu santa voluntad. Concédenos imitar a santa Agueda en la fortaleza, en la constancia y en la aceptación, para que como ella podamos merecer una día la recompensa eterna de estar en la gloria, donde vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Por la tarde continuaron los festejos que cada lugar.
José María Simón
Párroco