Mateo 10,42
El que de a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa.
Marcos 9,41
Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa.
Mateo es más delicado y atento que Marcos. Y agrada el detalle que añade; el detalle de que el agua sea fresca. Pero los dos ponen en labios de Jesús del pequeño detalle de dar agua al que tiene sed.
Pequeño detalle que da solución a un problema grave: la sed. Y eso deja de ser un ‘pequeño’ detalle, para convertirse en un ‘detallazo’. Porque el agua es imprescindible para poder vivir. El agua es vida.
La vida está llena de pequeños detalles que la hacen posible. El agua es, sin duda, lo más necesario para vivir. y, además, nos parece, equivocadamente, que el agua nunca se acabará. Lamentable y egoísta opinión. Deja de ser un ‘pequeño detalle’ para convertirse en cuestión de vida o muerte
El mal uso del agua y la falta de colaboración internacional en su cuidado y justa distribución nos llevan ya a que la mayoría de la humanidad no tengan agua corriente purificada. O tengan que recorrer kilómetros pata recoger en pobres recipientes un agua nunca limpia. Solamente la hay donde los misioneros, desde que existen, y ONGs actuales trabajan por llevar agua limpia a donde todavía no la disfrutan.
Mientras tanto, las grandes empresas abusan del agua para convertirla en negocio rampante para ellas y se enriquecen abusando del agua para sus empresas que maltratan y arruinan el medio ambiente.
Simultáneamente los pobres, especialmente las mujeres, en pobres cacharros, tienen que ir a recoger agua no siempre limpia a kilómetros de distancia.
Esta situación estamos ‘obligados’ a darle solución entre todos, todos, todos (el famoso tres todos de…)
Esta realidad tiene, gracias a Dios y a gente solidaria, otra cara.
En medio de tantos aspectos negativos, “se nos escapan muchos signos de luz. He sido testigo últimamente de conversiones sorprendentes: jóvenes que dejan el ruido del mundo y, de pronto, descubren el poder de los sacramentos y viven su fe con alegría nueva. Algunas de estas conversiones, incluso de personas muy conocidas o famosas, se difunden por las redes y conmueven a millones de personas. Son un signo claro de que el Espíritu sigue actuando. Nos recuerdan que Dios no se cansa de buscar a los suyos y que el Evangelio conserva intacta su fuerza transformadora…. Sabemos de sobra que, volviendo solo a Cristo, todo se ilumina. Porque Él no es una idea, sino una Persona viva: el camino, la verdad y la vida… Nuestra única tarea es servir sin vanidad ni protagonismo. La misión es presentar a Cristo Resucitado. No nuestras ideas sobre Él… Si pusiéramos todas nuestras energías en mostrar su rostro, en anunciar su misericordia, en vivir como testigos del amor, todo lo demás se nos daría por añadidura”. (Jesús Sánchez Adalid. VIDA NUEVA. Nº 3429. 11-17 octubre 25).
No somos servidores, los cristianos, de una institución, sino servidores de una PRESENCIA VIVA que no ha dejado de caminar a nuestro lado. Que su amor vence siempre y que nada, absolutamente nada, podrá separarnos de él: JESÚS DE NAZARET. Y de su amor.
Ese peque vaso de agua fresca no se acabará nunca. PALABRA DE JESÚS.
