El Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA) ha inaugurado esta mañana el curso académico 2025-2026 en el Seminario Metropolitano de Zaragoza. La jornada ha comenzado con la Eucaristía presidida por monseñor Pedro Aguado Cuesta, obispo de Huesca y de Jaca, en la que han participado seminaristas, profesores, alumnos y colaboradores del centro.

Lectura del acta y balance del curso anterior
Tras la misa, ha tenido lugar el acto académico de apertura, presidido por el director del centro, Francisco J. Génova Omedes. La secretaria del CRETA, María José Sánchez, ha dado lectura al acta de la última sesión académica y ha presentado un breve balance del curso 2024-2025, en el que destacó la participación de más de un centenar de alumnos en los distintos programas formativos.
Lección inaugural: una teología desde la fragilidad
A continuación, el profesor Pablo Vadillo Costa, doctor en Teología y docente de Catequética, ha pronunciado la lección inaugural, titulada «¿Y si Dios no nos quiere? Una lectura antropológico-teológica de la discapacidad». En ella ha propuesto una reflexión sobre la imagen de Dios y la dignidad de toda persona, especialmente de quienes viven con alguna limitación física, sensorial o intelectual.
«La única discapacidad —recordó, citando al teólogo Francisco Jiménez— es la incapacidad para amar.»
Vadillo subrayó que la discapacidad no es un castigo ni un error, sino una realidad humana que forma parte de la creación. «Si el Resucitado conserva las llagas de la cruz, quizá la fragilidad no deba desaparecer, sino ser reconocida como una marca redimida del amor de Dios», afirmó.

Un nuevo curso al servicio de la Iglesia aragonesa
El acto ha concluido con la alocución final del arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano Subías, quien animó a profesores y alumnos a “seguir haciendo del CRETA una escuela de comunión y esperanza para la Iglesia que peregrina en Aragón”.
Tras el acto, los asistentes compartieron un aperitivo fraterno en el claustro del Seminario, signo de comunión y comienzo esperanzador de un nuevo curso teológico.