Tras una rehabilitación integral y la instalación de las esculturas de dos santos aragoneses la Capilla de San Joaquín vuelve a abrir sus puertas

Fabio Ovalle Medina
20 de diciembre de 2025

La restauración de la capilla de San Joaquín en la Basílica del Pilar de Zaragoza ha concluido. El proyecto, que forma parte de la iniciativa Pilar 2040, ha contado con una inversión de 500.000 euros, financiada en gran parte por donaciones de los fieles, asimismo, los trabajos han sacado a la luz importantes elementos históricos y artísticos que habían quedado ocultos por el paso del tiempo.

En el «Espejo de la Iglesia en Aragón» de COPE entrevistamos a el delegado de culto y pastoral y Portavoz del Cabildo Metropolitano, José Antonio Calvo, quien detalla estas obras adelantadas en la capilla, así como la incorporación de dos destacadas esculturas contemporáneas de San Josemaría Escrivá de Balaguer y de Santa Genoveva Torres. A continuación, transcribimos la entrevista.

Rocío Álvarez: José Antonio la capilla de San Joaquín, luce ahora con un esplendor, pues que no se veía en décadas, ¿en qué estado se encontraba antes de la intervención y qué es lo que más va a sorprender al fiel que entre hoy a verla?

José Antonio Calvo: Bueno, pues, por seguir una terminología bíblica, podemos decir que hemos pasado de las tinieblas a la luz, era una capilla muy oscura, aunque nunca ha dejado de utilizarse, oscura y húmeda, y ahora nos encontramos con una capilla luminosa y cálida, en la que destacan los colores, hay unos contrastes entre los rojos, los azules, los marrones, el oro, los grises, los ocres, que son muy impresionantes. Además, pues la sorpresa de la incorporación de dos esculturas contemporáneas que enriquecen, no solo la capilla, sino la vida espiritual, la experiencia espiritual de los que visitan el Pilar.

R.Á.: Hablamos de un proyecto de 500.000€, sufragado en un 80% por donativos. ¿Qué mensaje le da el Cabildo a esa ciudadanía que, con sus aportaciones, pues ha hecho posible recuperar este espacio?

J.A.C.: La iglesia somos todos, desde luego, y en el Pilar se nota, primero, por el cariño que con el que acude, las personas, a rezar a la Virgen, a enseñarlo a sus visitantes, a sus amigos, y también se nota la colaboración económica que habitualmente se presta. De esos 500.000€, pues como bien decías, el 80% han sido donativos. Y el resto ha sido sufragado por el Cabildo, pero ¿el Cabildo como se mantiene? pues también a través de donativos. Por lo tanto, podemos decir que es la generosidad de los fieles, la que ha hecho posible recuperar, integralmente, esta capilla de San Joaquín o de la Confesión e incorporar las dos nuevas esculturas.

R.Á.: Se han eliminado, pues capas de suciedad, se han reparado grietas en la cúpula, incluso se ha actuado en la cripta. ¿Ha habido algún tesoro, algún detalle artístico que haya aparecido durante esta limpieza, que estuviera oculto por el paso del tiempo?

J.A.C.: En primer lugar, lo más llamativo para mí es la figura de San Joaquín y de la Virgen, que tenían ambos la tez muy oscurecida. Yo pensaba que tenían unos hábitos, unas vestiduras de color, pardas, pardo o marrón oscuro, y resulta que hay azules, hay rojos, la Virgen va vestida de niña hebrea, que es muy peculiar para una escultura del siglo XIX, ha aparecido también una perspectiva pintada por Mariano Pescador. Eso en el retablo. En la cripta han aparecido algunas cosas llamativas, como, por ejemplo, una granada de la guerra de la independencia, ha aparecido también por restos de vestidos, y también alguna moneda, todo eso ha seguido un proceso arqueológico, lo mismo que los restos óseos humanos que han aparecido, el tratamiento adecuado para todas estas piezas. Y la verdad es que, bueno, quizá en algún momento, podamos exponerlo.

R.Á.: En esta capilla, además, pues convive el Rococó del siglo XVIII, con el bronce contemporáneo de Diana García Roy, ¿cómo se ha conseguido que las figuras de San José María y Santa Genoveva pues se sientan parte natural, de un conjunto tan histórico?

J.A.C.: La escultora Diana García Roy es una escultora abstracta. Pero al mismo tiempo, tiene una experiencia espiritual profunda, y entonces ha sabido combinar algunos rasgos, peculiares de la extracción, sobre todo las vestiduras de San José María, en la casulla, con, bueno, pues, la técnica del retrato, tanto a Santa Genoveva como a San José María, los hemos visto al menos en foto. Hay personas que se acuerdan de Santa Genoveva cuando pasaba, todos los días a las tres de la tarde. A mí me llama la atención lo que dijo José María Bordetas, capellán de la Virgen, y que, por supuesto, conoció a la Santa madre, ante mi pregunta, ¿qué le parece? Me dijo, es ella. Quizás es esto lo que hace que las dos esculturas se integren también en la capilla. Que encontramos rostros serenos, rostros cercanos, rostros que interpelan y también encontramos el gesto de las manos, llamada, acogida, algo tan humano como unas muletas, algo tan humano como unas gafas, en el caso de San José María. Y la pátina de un color bronce, dorado, marrón, pues hace que se integren perfectamente en el conjunto de la capilla. Es decir, hay rasgos de abstracción, pero también hay muchos rasgos de figuración y de retrato, imágenes para fomentar la devoción y la experiencia de fe.

R.Á.: Y vamos con la primera de las esculturas con la de San José María. Este año se ha celebrado el centenario de su primera misa, de su ordenación. La escultura le muestra precisamente con la Virgen del Pilar en el pecho, ¿qué importancia tiene para la Basílica plasmar pues ese vínculo tan íntimo del santo con el Pilar, con la Virgen del Pilar?

J.A.C.: Es importante señalar que el Pilar es Pilar de Santidad y es Pilar de Santos, desde el Beato Agno, que fue un canónico del Pilar en la Edad Media, que se hizo franciscano, pasando por el Beato Martín de San Nicolás, Agustino bautizado en el Pilar, que fue el gran evangelizador de Filipinas y el que extendió la devoción de la Virgen del Pilar en aquella tierra y que luego murió Mártir en Japón. Y así muchos otros santos, la Beata Rafols también, lo primero que hace al llegar a Zaragoza, pues es poner sus intenciones de fundar una congregación, un instituto religioso a los pies de la Virgen. San José María se formó, sacerdotalmente en el seminario de Zaragoza, él vivía en San Carlos y acudía todos los días al seminario conciliar, lo que es la actual Casa de la Iglesia y pasaba por el Pilar. Eso le permitía pasar por el Pilar todos los días, para rezar a la Virgen, una costumbre muy Zaragozana, y para decirle:

¡Domine, ut videam, Domina ut sit! Señora qué vea lo que Dios me está pidiendo, Señora que sea lo que Dios me está pidiendo, es decir, la visión de San José María sobre el Opus Dei, al fundarlo en 1928, estaba asentada sobre una petición constante por la intercesión de la Virgen María del Pilar. Después su primera misa en la Santa Capilla, bueno, pues qué más podemos decir, es que un santo celebró su primera misa en la Santa Capilla del Pilar.

R.Á: Y por su parte Santa Genoveva, pues es una figura muy querida en Zaragoza, fundadora de las Angélicas, en la escultura vemos también sus muletas, ¿qué valores de su vida ha querido que se transmiten a través de esta obra?

J.A.C.: Primero, con esas muletas se nos muestra que todo el mundo puede ser santo, todo el mundo puede responder a la voluntad del Señor, no hay limitaciones, no hay personas limitadas, sino que hay corazones enamorados. Y luego también a través de esa mano abierta, se ve ese interés de Santa Genoveva, interés más que interés, esa vocación de Santa Genoveva por acoger a las personas, especialmente a las mujeres que viven en soledad. Esa mano tendida, con ese rostro cálido y amable, desde luego que muestran a la perfección, ese interés, esa vocación por el cuidado de las personas que están solas, un mal de nuestro tiempo y de todos, pero de nuestro tiempo especialmente.

R.Á: Desde el cabildo, habéis definido esta restauración como el primerito, del proyecto Pilar 2040, ¿porque se ha elegido esta capilla de San Joaquín para iniciar este camino hacia el bimilenario de la venida de la Virgen?

J.A.C.: Ahí, hay tres caminos que confluyen en este itinerario, por una parte, lo patrimonial y cultural, por otra parte, lo pastoral, lo litúrgico, lo espiritual, y por otra la colaboración con la sociedad, lo caritativo social. Estamos hablando del primero de estos caminos, del patrimonial cultural. Ya se han restaurado dos torres, las dos torres de la plaza, es verdad que todavía hay andamios en el interior de una de ellas, la Torre de Santiago, que es la más cercana a la fuente de la Hispanidad. En unos meses se va a cometer la Torre de Santa Leonor, y en el interior, pues ha habido varias actuaciones, lo que pasa es que algunas han quedado inadvertidas, como la limpieza del retablo mayor o esta otra, que no ha quedado inadvertida, porque ha sido una celebración muy luminosa, muy grande que es la restauración de esta capilla de San Joaquín. Hay mucho más por hacer, hay mucho más por hacer. La capilla de San Joaquín, bueno, pues, es la capilla de la Confesión, vemos que ahí era donde podían encuadrarse las nuevas imágenes, entonces quizá fuimos por allí, por esta razón, además, de que nos interesa cuidar mucho las capillas que tienen que ver con la vida de la Virgen. Santa Ana ya está restaurada, San Joaquín, ya está restaurada, San Juan Bautista, también está restaurada, entonces esa serie de los padres de la Virgen María y del Sobrino, de la Virgen María nos permite cerrar un primer ciclo.

R.Á.: Y más allá de las piedras y el arte, el proyecto Pilar 2040 busca una nueva etapa evangelizadora, ¿cómo ayuda una restauración como esta, a renovar la fe y la devoción de los zaragozanos?

J.A.C.: Bueno, yo creo que de nada nos sirve restaurar piedras si no restauramos corazones. Y como se dice la liturgia de la dedicación de los templos o de los aniversarios de dedicación, pues el edificio visible es signo del edificio invisible. Todos somos templos del Espíritu Santo y mirando a los santos, pues podemos decir, este es un templo acabado. El mío todavía es imperfecto, está inacabado y tengo que seguir caminando, confiado en Dios, los sacramentos, la oración, el sacramento de la penitencia, en esta capilla de la confesión. Sí, por una parte, la restauración exterior tiene que ser signo del interior y es una llamada a proseguir caminando significativamente en nuestra sociedad con mucha luz, con mucha cultura, con patrimonio, y sobre todo con la onda experiencia del hijo devoto de la Virgen del Pilar.

R.Á.: Pues José Antonio Calvo, portavoz del Cabildo. Muchísimas gracias por contarnos, por ponernos en contexto. Estoy segura de que la sociedad aragonesa, todos los fieles en su conjunto, agradecerán de corazón esta renovación interior porque estáis emprendiendo en el Pilar, que como decía el Deán pues es la casa de todos y de nuestra madre. Y animamos desde luego a que acudan a esta capilla y a sus santos a verlos, porque merece la pena. Gracias, Jose Antonio.

J.A.C.: Gracias y animo también a que participen muchas personas y muchas familias en la Misa del Gallo, a las 12 de la noche en el Pilar.

R.Á.: Eso es, eso es. Gracias, Jose Antonio, un saludo.

 

 

 

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