Solemnidad de San Atilano, patrón de Tarazona

Diócesis de Tarazona
4 de octubre de 2022

Tarazona celebra mañana, 5 de octubre, la solemnidad de S. Atilano, su patrón. San Atilano nació en esta ciudad y es patrón también de la diócesis de Zamora donde fue su primer obispo. El obispo de nuestra diócesis, Mons. Vicente Rebollo, presidirá la eucaristía en honor al Santo que tendrá lugar mañana a las 11.00 horas en la S.I. Catedral de Ntra. Sra. de la Huerta.

BIOGRAFÍA DE SAN ATILANO
En el siglo XVIII se descubre en la Biblioteca Real de Madrid un manuscrito con el título: “Grandezas de la ciudad e iglesia de León y vidas del glorioso san Froilán y san Atilano”, en él se narra la vida de estos dos santos.

S. Atilano nació en Tarazona hacia el año 850, en el seno de una familia cristiana mozárabe, la ciudad se encuentra entonces bajo el dominio musulmán. Con 15 años siente el deseo de consagrarse a Dios y se une a una pequeña comunidad monástica en el cercano pueblo de Los Fayos en las estribaciones del Moncayo. Más tarde será ordenado presbítero y decide trasladarse a Castilla que ha comenzado ya a ser reconquistada. Se instala en el monasterio de Sahagún (León) junto al monje san Froilán.

Ambos impulsarán la construcción de monasterios en los territorios conquistados y se dedicarán a la predicación del Evangelio. Gracias a su fama de santidad, san Atilano y san Froilán serán elegidos obispos, el primero de Zamora y el segundo de León.

Una serie de tradiciones nos narran hechos milagrosos en la vida de san Atilano, una de las más conocidas es la del anillo y la trucha, con los que se le representa en su iconografía. Sintiéndose indigno de su ministerio, decide hacer una peregrinación, cuando abandonaba la ciudad al cruzar el puente, arrojó su anillo episcopal al Duero, con la esperanza de recuperarlo algún día como prenda segura del perdón obtenido. Tras dos años, inspirado por Dios, vuelve de incógnito a Zamora y recibe hospedaje en la hospedería cercana al Hospital de San Vicente de Cornú. Preparando su comida, abre un pez recibido de limosna y dentro de sus entrañas encuentra su anillo. Las campanas de la ciudad repicaron solas, y ante los zamoranos que acudieron a recibirle jubilosos, avisados por tal prodigio, apareció revestido milagrosamente con los ornamentos episcopales. Con el tiempo la hospedería se convirtió en la ermita de San Atilano (lugar donde se encuentra el cementerio homónimo).

Sus restos reposan en la iglesia de S. Ildefonso de Zamora y en la Catedral de Tarazona se conserva desde 1644 un fragmento de su brazo. Tarazona celebra en su honor dos fiestas, la del día 5 de octubre fecha señalada en el martirologio y la del 28 de agosto, conmemorando el traslado de su reliquia desde Zamora.

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