Peregrinos de esperanza – Carta del obispo de Tarazona del 26 de noviembre

Vicente Rebollo Mozos
24 de octubre de 2025

Me gustaría compartir algunas de las vivencias más importantes tenidas durante nuestra peregrinación diocesana a Roma. Todos los participantes coincidimos en que ha sido una experiencia muy positiva, que nos ha ayudado a seguir sintiendo la fe como parte fundamental de nuestra vida.

El centro de nuestra peregrinación ha sido atravesar las puertas santas de las cuatro basílicas mayores. La primera fue San Pablo Extramuros. Allí, tras reflexionar sobre lo que significa nuestra condición de peregrinos, la importancia de ganar la indulgencia, sentir la necesidad de fortalecer nuestra fe y esperanza, atravesamos la Puerta sintiendo que no lo hacíamos de forma individual. Llevábamos con nosotros a toda la diócesis y a todos los que nos habían pedido que les estuviéramos presentes en nuestras oraciones. Una vez dentro, nos signamos con el agua bendita, recordando nuestro bautismo, rezamos el credo y peregrinamos físicamente hasta la tumba de San Pablo cantando el himno jubilar. Concluimos este momento con la celebración de la Eucaristía.

Ese día también peregrinamos a las basílicas de Santa María la Mayor, donde está enterrado el Papa Francisco y a San Juan de Letrán, que es la catedral del Papa. En ambas, entrábamos como grupo por la Puerta Santa cantando el himno o algún salmo, rezando el credo y orando por el Papa. Puede parecer que hacíamos los mismos ritos, pero cada puerta tenía su significado especial.

La última Puerta en atravesar fue la de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Lo hicimos el miércoles día 1 de octubre por la tarde. Siguiendo el ritual preparado para todos los grupos, recibimos la Cruz del peregrino que fuimos portando todos en relevos. Mientras peregrinábamos, fuimos rezando el rosario, cantando y rezando salmos, el himno jubilar. Al entrar por la Puerta, rezamos por el Papa hasta que llegamos a la tumba de San Pedro donde rezamos el credo sintiéndonos unidos a toda la Iglesia universal y recibimos la bendición, como envío al mundo con nuestra fe y nuestra esperanza renovadas.

Ese mismo día tuvimos otro acontecimiento muy importante en nuestra peregrinación la audiencia con el Papa. Fue un momento muy emocionante por estar por primera vez con el nuevo Papa, por estar junto a tantísimos cristianos de todo el mundo, por escuchar el nombre de nuestra diócesis, anunciado de forma particular y porque yo pude saludar personalmente al Papa. Le manifesté la comunión de nuestra diócesis, nuestro cariño y nuestra oración continua por él. Por todo ello, León XIV expresó su agradecimiento hacia todos nosotros.

Ha sido una experiencia de comunión y de renovación interior. La convivencia entre todos, la alegría que hemos sentido y compartido, la oración en común, la celebración penitencial, las eucaristías nos han unido especialmente. Al final se nos entregó a todos un diploma recordando esta peregrinación y haber ganado la indulgencia plenaria.

Hemos regresado enriquecidos en la fe, fortalecidos en la esperanza y confortados por la misericordia infinita de Dios. Por todo lo cual damos muchas gracias a Dios.

Emplazo a todos para la clausura del Año Jubilar que tendrá lugar el próximo 28 de diciembre en nuestra Catedral. Mientras se siguen celebrando actos jubilares que fortalecen la esperanza y son luz de fe para nuestra diócesis.

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