El pasado sábado, 19 de diciembre, falleció en su Monzón natal, Pepita Pérez Fiestas, fiel voluntaria de Cáritas durante más de 70 años. “Yo soy una súper entusiasta y agradecida del voluntariado. De pequeña, jugaba en la iglesia y me empezó a llamar la atención el evangelio en el que Jesús dice: yo he venido a la tierra a servir, no a ser servido. Eso me tocó hasta los tuétanos y, desde entonces, no solo en Cáritas, sino en mi casa y en todos los sitios, me gusta servir y no que me sirvan. Me gusta compartir mi tiempo y mi persona; lo que Dios me ha dado, compartirlo.”

Así explicaba Pepita, el jueves 17 de diciembre, cómo su compromiso con Cáritas, que compartió con su marido, duró toda su vida y solo dejó durante el confinamiento. Lo explicaba sentada tras la máquina de coser del taller al que iba de lunes a jueves a poner las gomas de las mascarillas que confecciona el centro Agape de Cáritas. Era solo una de las muchas tareas en la que esta montisonense colaboró con la iglesia diocesana, allí donde fuera preciso. “Dios te pide esto y lo haces. Pero, además, encuentras tanto que solo lo puedes pagar haciendo algo por los demás», afirmaba con enorme dulzura y total convencimiento.