1. Anunciar a Cristo Resucitado en los desiertos espirituales de nuestro tiempo.

“En el contexto de la secularización y pluralismo, caracterizado por el desconocimiento y la indiferencia hacia la persona de Jesús, la propuesta cristiana sigue siendo hoy imprescindible para la liberación de las personas y para la humanización de la sociedad” (Hacia un renovado Pentecostés, p. 35).

¿Cómo?

-Volviendo a lo esencial, recuperando el entusiasmo, siendo creíbles y testigos.

-Haciendo cercana y acogedora la realidad de nuestras Parroquias, Unidades de Pastoral, Arciprestazgos, Delegaciones, movimientos, asociaciones, etc.

2. Formar laicos para que descubran su vocación laical y su misión en la Iglesia, y se preparen para la evangelización.

La formación “es elemento imprescindible para la vivencia de la fe y premisa del testimonio y del compromiso público. […] ha de ser permanente (abarca todas las edades y todos los estados) e integral y deberá cuidar la vocación y capacitar para la misión” (Hacia un renovado Pentecostés, p. 46).

¿Cómo?

-Aprovechando los cauces formativos que ofrece la Diócesis: Aula de Teología “San Lorenzo y San Vicente”, Escuela de Catequistas, Formación de los Arciprestazgos y de la Unidad de Pastoral.

-Animar a posibles candidatos para la preparación de los ministerios instituidos de lector, acólito y catequista.

3. Seguir trabajando por una Iglesia sinodal para poder caminar juntos.

“Iluminados por la Palabra de Dios y unidos en la oración, podremos discernir los procesos para buscar la voluntad de Dios y seguir los caminos a los que Dios nos llama, hacia una comunión más profunda, una participación más plena y una mayor apertura para cumplir nuestra misión en el mundo” (Vademécum 1.2).

¿Cómo?

-Creación de lugares de encuentro a nivel de Unidad de Pastoral y Diocesano: revitalizando los consejos diocesanos, arciprestales y de Unidad de Pastoral.

-Fomentando el diálogo con otras religiones y la sociedad civil.

4. Avanzar en las Unidades Pastorales.

Las Unidades Pastorales son “instrumentos al servicio de la comunión para la misión” (Carta pastoral de los Obispos de las diócesis aragonesas Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo de Aragón, p. 7). Las Unidad todos los aspectos de la evangelización, pero pueden ser “un medio válido para caminar hacia una Iglesia viva y evangelizadora miembros de vida consagrada y fieles laicos) y comunidades” (ibíd.).

¿Cómo?

-Constituyendo el Consejo Pastoral de la Unidad donde se programe celebraciones, los objetivos y las acciones pastorales.

-Creando espacios de comunión, participación y diálogo entre las parroquias que conforman la Unidad Pastoral.