Los turiasonenses veneran a la Virgen del Moncayo en el Quililay

Tarazona y su comarca celebró ayer 3 de julio, primer domingo del mes, la Romería del Quililay en la que se venera a la Virgen del Moncayo. Después de dos años sin haberse podido celebrar, muchas personas se acercaron al Moncayo.

Los actos religiosos comenzaron a las 9 de la mañana con la misa de la Catedral, después de la cual partieron hacia Agramonte los romeros que iban en autobús. A las 6.00 horas habían salido los que hicieron el recorrido a pie, una tradición que se recupera este año.

A las 10.30 se degustaron las migas ofrecidas por Ayuntamiento de Tarazona que fueron repartidas por el alcalde de Tarazona, Luis José Arrechea, por Mons. Eusebio Hernández Sola que, previamente las bendijo, y concejales y concejalas.

A las 12 tuvo lugar la eucaristía en el Santuario de la Virgen del Moncayo, presidida por el administrador apostólico de la Diócesis de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola, quien pidió a los presentes que busquen constantemente la paz porque es un distintivo cristiano. También se refirió a la belleza del entorno del Moncayo y recordó lo fundamentales que son las madres, como lo es la Virgen, y animó a todos a buscar un momento para contarle los problemas y preocupaciones de cada uno porque en ella «siempre encontramos consuelo». Asimismo, D. Eusebio dirigió unas palabras de despedida y añadió que ser obispo de Tarazona ha sido una experiencia «maravillosa».

Tras la misa, en la que cantaron la Rondalla Los Amigos y la Coral Turiasonense, se repartieron las tradicionales judías ofrecidas este año por el consistorio turiasonense.

Lo que se obtuvo ayer en las dos eucaristías se destinará a ayudar a los ucranianos acogidos en el Seminario.