Los sacerdotes de la Diócesis de Tarazona realizaron ayer 12 de junio el tradicional viaje de fin de curso. Este año fue a la ciudad de Burgos y estuvieron guiados -como no podía ser de otra manera- por nuestro obispo, Mons. Vicente Rebollo Mozos.
Durante la mañana, los sacerdotes hicieron una visita a la Catedral, donde celebraron una misa en la capilla de Santa Tecla, y fueron saludados por el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta. Después de recorrer y conocer la historia del templo, tuvieron una comida fraterna en el comedor de Cáritas. Por la tarde, se acercaron a conocer el monasterio de la Cartuja de Miraflores, Panteón Real de los padres de la Reina Isabel la Católica, Juan II e Isabel de Portugal. Allí se les obsequió con una merienda.
Como señala el vicario general de la Diócesis de Tarazona, Javier Bernal, fue «una jornada de convivencia sacerdotal donde reinó el ambiente festivo, el deseo de vernos y compartir nuestra vida sacerdotal. Agradecemos al Deán de la S. I. Catedral burgalesa, al delegado de patrimonio de la Archidiócesis de Burgos, a los miembros de Cáritas y a la Asociación de Caballeros de la Purísima Concepción, cuyo presidente nos mostró la Cartuja, las atenciones recibidas en nuestra visita y a nuestro obispo, D. Vicente, que facilitó y programó este precioso día».