Ayer, domingo 27 de febrero, se celebró el Día de la Infancia Misionera. Y como no podía ser de otra manera, nuestra diócesis la vivió de manera muy especial.
Muchas parroquias y colegios participaron activamente en la celebración en la que los niños fueron los protagonistas. La motivación en la solidaridad es lo más importante, tanto de niños como de mayores. Una solidaridad con muchos niños que no conocen a Jesús y que viven muchas veces en situaciones de gran pobreza o de violencia.
Como otros años, en la diócesis hemos querido colaborar con nuestras huchas, para que los misioneros puedan ayudar a los niños más necesitados y poder llevar a cabo alguno de los proyectos más necesarios.
El año pasado se recogieron en la diócesis de Tarazona 4.767 euros. Ojala este año lo superemos. Que el Señor nos ayude a tener de verdad un corazón misionero.
María Jesús San Juan. Delegada de Misiones