¿No es éste el Hijo del carpintero?
1.- Oración Introductoria.
Señor, ayúdame a comprender el valor de lo pequeño, lo sencillo, lo ordinario, lo que vivo cada día. Que pueda experimentar como Jesús, la experiencia del Padre. Que con esa presencia dentro de mi corazón, puedo disfrutar de todo, aún de las cosas más insignificantes.
2.- Lectura sosegada del evangelio. Mateo 13, 54-58
En aquel tiempo viniendo Jesús a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?» Y se escandalizaban a causa de Él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.
3.- Qué dice el texto.
Meditación-reflexión
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿De dónde le viene todo eso? Jesús causa sorpresa y escándalo a sus paisanos porque se sale de lo corriente, de lo ordinario, de lo que ha hecho siempre. Y lo mismo que decimos: “zapatero a tus zapatos”, sus paisanos le dirían. “carpintero a tu carpintería”. Para nosotros, lo verdaderamente admirable es que Jesús, de 33 años de vida, dedicara 30 a vivir en un pueblo insignificante, haciendo las cosas más corrientes y vulgares de la gente de pueblo. Él era el Hijo de Dios y, sin embargo, pasó “como uno más, como uno de tantos en el pueblo”. Nosotros nos quejamos que no podemos vivir en pueblos pequeños, que no nos podemos realizar, necesitamos la capital; y Jesús se realiza como hombre en Nazaret, un pueblo de donde no puede salir nada bueno. Me maravilla la riqueza interior de Jesús, la experiencia tan viva y tan fuerte de Dios que le llena del todo. Y, desde esa experiencia, la sensación de plenitud y felicidad viviendo las cosas más sencillas y humildes de la vida. Ciertamente, Jesús es Maestro de vida.
Palabra del Papa
“Es la seducción. El diablo casi habla como si fuera un maestro espiritual. Y cuando es rechazado, entonces crece: crece y se vuelve más fuerte. Jesús lo dice, cuando el demonio es rechazado, gira y busca algunos compañeros y con esta banda, vuelve. Crece involucrando a otros.Ha sucedido con Jesús, el demonio involucra a sus enemigos. Y lo que parecía un hilo de agua, un pequeño hilo de agua, tranquilo, se convierte en marea. Cuando Jesús predica en la Sinagoga, enseguida sus enemigos lo menosprecian diciendo: pero, ¡este es el hijo de José, el carpintero, el hijo de María! ¡Nunca ha ido a la universidad! ¿Pero con qué autoridad habla? ¡No ha estudiado! La tentación ha involucrado a todos contra Jesús…Estemos atentos cuando en nuestro corazón, sintamos algo que terminará por destruir a las personas”. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 11 de abril de 2014, en Santa Marta).
4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Guardo silencio).
5.- Propósito: Desde la situación concreta donde vivo, no me quejaré de nada.
6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Me impresionan, Señor, esos treinta años de silencio y soledad. A nosotros nos parecería que habías perdido el tiempo, que podrías haber sembrado del evangelio el mundo conocido, al estilo de Pablo. Hazme capaz de comprender que lo importante no es el hacer, ni el tener, sino el ser; que la felicidad no está fuera de nosotros, sino en nuestro propio corazón. Se puede ser muy feliz en un pueblo pequeño disfrutando del sol, la lluvia, las flores, los pájaros, el cariño de los parientes y vecinos y, sobre todo, disfrutando de un Padre que ha creado todo para que yo fuera feliz.