“Los sacramentos en la Catedral de la Seo de Zaragoza. Vida, arte y didáctica”. Así se titula el último libro impulsado por la Delegación de Enseñanza de la Archidiócesis de Zaragoza, que bajo la dirección de Bernardino Lumbreras y la coordinación de Beatriz de Miguel, pretende servir de apoyo para las clases de los profesores de religión. En pos de ese objetivo, ofrece un itinerario artístico cuyo eje vertebrador son los siete sacramentos y contempla las vivencias de sus ministros.
La Seo invita a realizar un itinerario en su interior, estableciendo relaciones entre los sacramentos con las diferentes obras de arte que allí se encuentran. Todo como medio didáctico transmisor de la fe y el encuentro con Dios. Porque, como explica Lumbreras, “nunca podremos entender una iglesia cristiana sin conocer lo que se vive y se celebra en ella. Nunca podremos separar fe y cultura, ya que se dan la mano en el hombre concreto”.
Estilo divulgativo
El libro, de 175 páginas, se estructura en ocho capítulos, escritos por varios autores: “Evolución histórica de la catedral”, “Bautismo”, “Confirmación”, “Eucaristía”, “Penitencia y reconciliación”, “Unción de los enfermos”, “Orden sacerdotal” y “Matrimonio”. Además, acompañan a la obra diferentes propuestas didácticas tanto para Educación Primaria como Secundaria y Bachillerato, con el objetivo de adaptar el proceso de aprendizaje a cada etapa vital.
Corazón de la diócesis
La catedral de una diócesis es el centro de la vida de la comunidad diocesana, porque desde ella se ejerce la enseñanza del obispo, garante de la apostolicidad de su iglesia. La Seo está dedicada a Nuestro Señor Jesucristo, “Salvador del mundo”. “Un testimonio en piedra, alabastro y ladrillo -explica Lumbreras- de cómo la fe se hizo cultura en la piel de nuestros antepasados. Unos elementos arquitectónicos que no son nada sin la vivencia cristiana que los animó y sigue animándolos”.
Se trata del templo donde millones de aragoneses han vivido su fe, han sentido el encuentro con Cristo y han escuchado las lecciones de los obispos de la ciudad durante casi nueve siglos.