La apertura al público durante este verano de la ermita de Santa María de Iguácel, una joya del románico declarada Bien de Interés Cultural, tendrá lugar todos los días, hasta el 15 de agosto, de 11.00 a 19.00 horas. Así lo ha comunicado la diócesis de Jaca, que gestiona las visitas de manera gratuita.
Las visitas comenzaron el 15 de julio, tras la tradicional romería que cada segundo domingo de julio se celebra en el valle de la Garcipollera. Como es habitual, con motivo de esta peregrinación, la talla románica de la Virgen con Niño de Iguácel regresó por unas horas al templo que la vio nacer, acompañada por multitud de feligreses.
La talla de Iguácel, expuesta durante todo el año en el Museo Diocesano de Jaca, responde al prototipo iconográfico de Virgen en majestad, sedente, con el Niño sobre su regazo sin muestras de comunicación entre ambos, siguiendo el modelo de la Theótokos, es decir la Virgen como Trono de Dios.
Atracción turística
La ermita de Santa María de Iguácel constituye una de las construcciones más relevantes de la diócesis jacetana. Es un edificio de planta rectangular canónicamente orientado con nave única y ábside semicircular que cuenta con dos puertas de acceso, una lateral en el muro sur y la principal a los pies. Ello hace que tenga un gran reclamo turístico.
Posiblemente, fue mandada construir por el conde Galindo hacia 1040-1050 y al heredarla su hijo, el consejero real Sancho Galíndez, la mandaría adaptar al nuevo gusto románico iniciado en la Seo jaquesa añadiendo la portada occidental, renovando el ábside, recreciendo los muros de la nave y decorando los vanos del muro sur.
Castiello de Jaca
La iglesia se localiza en la comarca de la Jacetania, a la altura de la localidad de Castiello de Jaca. Según los investigadores, Santa María de Iguácel comenzó a construirse entre los años 1040 y 1050 por orden del Señor Galindo y fue financiada por Doña Urraca y el Conde Sancho, ayo del rey Sancho Ramírez. Fue lugar de peregrinación y monasterio benedictino.
Su importancia radica en que fue una de las primeras iglesias de Aragón con cabecera semicircular, tipología que se extendió por toda la Jacetania. Además, contiene importantes obras pictóricas y escultóricas.
[divider]¿Sabías que…?[/divider]
En el año1080, la ermita se donó al monasterio benedictino de San Juan de la Peña y en el siglo XIII fue ocupado por monjas cistercienses. Hacia 1245 volvió a ser propiedad del monasterio de San Juan de la Peña.
El iglesia de Santa María de Iguácel fue declarada Bien de Interés Cultural, categoría de Monumento, mediante Real Decreto de 8 de junio de 1990. La diócesis de Jaca ofrece la posibilidad de visitarla sin coste alguno.