Tras veinte años al servicio pastoral de una comunidad a veces hay que decir adiós. El pasado domingo, en la Iglesia Parroquial de La Puebla de Valverde le tocó esa circunstancia al sacerdote Fulgencio Lázaro.
En la magnífica iglesia no cabía una alma más, todo el pueblo quiso despedirse de su párroco que se jubila. Numerosas fueron las muestras de afecto, los niños y los jóvenes agradecieron a Fulgencio su cariño todos estos años. Al finalizar la Eucaristía, la Rondalla, en cuyo orígen tuvo mucho que ver el párroco, le dedicó unas jotas que emocionaron a todos los asistentes.
Una jornada muy bonita que finalizó en un vino de honor organizado por el Ayuntamiento de La Puebla. Muchas gracias don Fulgencio por estos años.