La Hospitalidad Diocesana de Nuestra Señora de Lourdes celebró, el pasado 12 de febrero, el tradicional Rosario de Antorchas en Graus. La iglesia de San Miguel acogió el rezo del rosario, cuyos misterios fueron rezados por peregrinos procedentes de toda la diócesis. A continuación, tal y como se hace en el santuario francés, los asistentes hicieron sus peticiones a los pies de la Virgen de Lourdes, peticiones que, depositadas en una bandeja, se quemaron. La posterior eucaristía, concelebrada por el consiliario de la Hospitalidad, José María Ferrer, y los sacerdotes de la unidad pastoral de Graus, cerró una celebración con la mirada puesta en los enfermos y todas las personas que sufren.

El presidente de la Hospitalidad y coordinador de Pastoral de la Salud, José María Sistac, recordó la labor hospitalaria y animó a los presentes a sumarse a su servicio como «manos de la Virgen». Así mismo, anunció que este año la peregrinación diocesana a Lourdes se celebrará, como venía siendo habitual antes de la pandemia, el último fin de semana de agosto.