Gonzalo Gonzalvo, ha sido nombrado por el arzobispo de Zaragoza, vicario episcopal de la vicaria urbana IV. A continuación, incluimos la entrevista que le hemos realizado para que nos adelante cómo se siente y cuáles van a ser sus primeras directrices.
¿Cómo se siente ante el nombramiento?
En un primer momento sorprendido, ya que a los vicarios los he tenido en gran estima, y yo no me veía a su altura. Es una responsabilidad grande porque hay que estar atento a la vida de las comunidades cristianas y de los sacerdotes, especialmente de sus necesidades.
Vengo de estar 11 años como consiliario de Cáritas Diocesana, donde he palpado la realidad de los equipos parroquiales. También fui cuatro años secretario del Consejo Presbiteral, lo que me ayudó a conocer y tratar más a los compañeros sacerdotes.
¿Qué características definen su Vicaría?
Son tres zonas de la ciudad de Zaragoza bastante diferenciadas; muy marcadas Torrero – La Paz y Las Fuentes, y en medio san José. Barrios los primeros con mucha historia y gentes venidas, la mayoría, de esa España vaciada. Hoy son sus hijos y nietos, junto con bastantes personas migrantes, los que habitan esos populosos barrios.
Hay una tradición muy reivindicativa desde las asociaciones de vecinos y un corte muy social. Allí la Iglesia, desde las parroquias y comunidades, ha estado apoyando y dinamizando. Y aunque hoy, el movimiento social ha decaído bastante, muchos cristianos siguen ahí. La urgencia de hoy es el relevo generacional también en las comunidades cristianas.
También tengo que señalar el cementerio de Torrero con toda la actividad pastoral que desarrolla desde la capellanía. Es una parroquia en la que, a lo largo del año, casi todos pasamos. Alabar la tarea de los diáconos y sacerdotes que están atendiéndola, llevando siempre una luz de esperanza, desde la resurrección de Jesús, a todos los que están sufriendo la muerte de un ser querido.
¿De qué manera va a afrontar su nuevo cargo?
Hay una frase que es una de las esencias del Vaticano” que dice más o menos: “Lo que a todos atañe, entre todos tiene que ser discutido y aprobado” Pues este es el espíritu que me ha movido y me mueve. Los representantes en el Consejo Pastoral y los arciprestes, podríamos ser como el grupo motor, lo mismo que los Consejos Parroquiales en las parroquias, de las iniciativas y reflexiones de la Vicaría.
Y otro aspecto importantes el cuidado y la relación con las comunidades cristianas y con los compañeros sacerdotes.
Y todo esto al aire que el Espíritu quiera llevar. Y desde la provisionalidad, porque los cargos están para servir, como la Iglesia. Por el momento llevo la L, inicial de “learn” en inglés aprender.
