Más de un centenar de jóvenes de la diócesis de Barbastro-Monzón, muchos de ellos en el segundo curso de catequesis para recibir la Confirmación, participaron el pasado sábado en el Encuentro Vocacional con el obispo, Ángel Pérez, que se desarrolló en el colegio San Vicente de Paúl de Barbastro. Bajo el lema La vocación: ¡don de Dios!, la delegación diocesana de Pastoral Juvenil Vocacional, con el apoyo de catequistas y sacerdotes, organizó una jornada con dinámicas y actividades, orientadas a ayudar a los jóvenes en su orientación vocacional. “No seáis pedruscos porque estáis llamados a ser una joya, joyas que emergen de los pedruscos que hay que tallar. Esto es lo que hacen vuestros catequistas cuando os ofrecen a Dios en la Confirmación”, les anunció el obispo, subrayando que esta es «una propuesta para valientes, para gente audaz, pero para gente que quiera ser realmente feliz».

Precisamente “feliz” fue una de las palabras más repetidas entre las que los jóvenes dieron respuesta a la pregunta que les planteó Ángel Pérez: ¿Cómo me gustaría verme dentro de 20 años? Ese deseo futuro, resumido en una sola palabra, lo escribió cada uno de ellos en pósit “en blanco como el día que Dios os soñó, aunque Él tenía un sueño para vosotros”. Alegre, querido, con familia, contento, amada… fueron algunas de esas imágenes futuras que los jóvenes plasmaron, comprobaron las de sus compañeros y guardaron para verlas más adelante. “No podéis por más tiempo lamentaros porque hoy vais a descubrir que Dios no hace basura, que te creó a ti y, cuando te creó, te soñó feliz, lleno, fecundo, alegre…; cada uno de esos pósit Dios los llevaba en tu corazón cuando te creó

“Me gustaría que abrierais el fondo de armario interior para descubrir la de cosas que hay para ponerse porque Dios a cada uno os ha regalado tantas cosas que cada día podríais sorprendernos con una nueva”, añadió el obispo, animando a los asistentes a profundizar porque “de los adentros solemos hablar poco. Vuestros catequistas creen en vosotros. Cómo me gustaría que descubrierais que Alguien os ama y todo lo que ha dejado en vuestro armario para que pudierais ser felices.”

La intervención del obispo y su dinámica con los jóvenes dio paso a una mesa redonda con profesionales, a los que los jóvenes formularon preguntas en torno a cómo compaginan su vocación cristiana con el trabajo y su vida diaria. Así, todos pudieron escuchar el diálogo de un policía local de Monzón, una médica especialista en Anatomía Patológica del Hospital de Barbastro, un licenciado en Químicas que desde hace seis años es monje del Verbo Encarnado, una profesora de Plástica en el colegio Escolapios, una ingeniera que acaba de ser madre y el propio obispo. Después, un chocolate con torta ofrecido por las hermanas del San Vicente de Paúl y la animada despedida en el polivalente cerraron un Encuentro Vocacional muy satisfactorio.