El Santo Padre bendijo el miércoles la réplica en resina del Santo Cristo que la Cofradía del Santo Cristo y San Vicente Ferrer de Graus ha llevado en su peregrinación a Roma. Al final de la audiencia del miércoles, el prior, Pepe Gairín, el sacerdote Julián Sepúlveda y el obispo, Ángel Pérez, tuvieron la oportunidad de explicar al papa Francisco la historia del Cristo donado a la villa grausina por san Vicente Ferrer y de los tradicionales «cordonez», unas hebras retorcidas, rojas y amarillas, que suelen llevarse como pulsera. Parece que su origen está ligado a la devoción de los fieles a este Cristo, de cuyo faldón iban sacando hilos. «¿Para mi?», preguntó al bendecir los «cordonez» el Santo Padre, al que obsequiaron con cuatro de estas pulseras.

A punto de regresar a la Diócesis de Barbastro-Monzón, los 71 participantes hacen una valoración muy positiva de esta peregrinación que, en palabras de los peregrinos, ha sido «un regalo de Dios, un regalo del cielo». María, que a los 90 años es la decana del grupo, ha mostrado su agradecimiento por la experiencia vivida.

La celebración de la eucaristía en cada una de las cuatro basílicas romanas, el encuentro con el alumnado de 4.º de la ESO de Graus y Benabarre de viaje de estudios o el cariñoso acompañamiento de la periodista de COPE, Eva Fernández, han marcado este viaje. Los escolares pudieron acompañar en la donación de 118 kilos de longaniza a la Limosnería del Vaticano, que recibió el cardenal Krajensky en nombre de Francisco.