El obispo de Huesca y de Jaca llama a “abrir los ojos y el corazón” en la Jornada Mundial de los Pobres

Miguel Barluenga
16 de noviembre de 2025

Con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres que se celebra este domingo 16 de noviembre, el obispo de Huesca y de Jaca, el padre Pedro Aguado Cuesta, ha publicado una carta pastoral en la que invita a la comunidad cristiana a intensificar su compromiso con quienes viven situaciones de sufrimiento, exclusión y precariedad.

CARTA PASTORAL

El prelado recuerda que esta Jornada fue instituida por el “recordado Papa Francisco” desde “un corazón de padre y de pastor” para ayudar a la Iglesia a mirar la realidad “como Dios la mira, desde ese amor divino que responde al dolor humano”. En esta línea, el obispo cita también el reciente documento del Papa León XIV, Dilexi te, que subraya que “una Iglesia que no pone límites al amor, que no conoce enemigos a los que combatir, sino sólo hombres y mujeres a los que amar, es la Iglesia que el mundo necesita hoy”.

En su mensaje, el padre Pedro propone tres principios fundamentales para vivir esta Jornada con hondura espiritual y compromiso real:

Identificarse con los pobres
El obispo insiste en que “el mejor camino para identificarnos con Jesús es identificarnos con quienes Él se identifica. Y Jesús se identifica con el pobre”. Señala que se trata de un proceso espiritual que requiere ser cuidado, orado, vivido y compartido. Reconoce además el papel esencial de Cáritas Diocesana, cuya labor “nos ayuda mucho en este camino”, y anima a colaborar con mayor compromiso en sus acciones.

“Abrir los ojos” a la realidad social
El obispo invita a conocer en profundidad la situación actual de desigualdad y exclusión. Destaca la reciente publicación del Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo en España, al que califica de “significativo, desafiante y comprometido”. Subraya su conclusión principal, compartida por Cáritas y la Fundación FOESSA: “Nos encontramos ante una encrucijada. Podemos seguir por el camino del individualismo y la desigualdad, que conduce a una sociedad del miedo, o podemos elegir un cambio de rumbo valiente basado en el cuidado mutuo, la justicia y la responsabilidad compartida”.

El obispo anima a leer y conocer este informe para no permanecer “ciegos” ante la realidad que nos rodea.

Abrir el corazón para la conversión
Como consecuencia del conocimiento de esa realidad, el obispo propone un tercer paso: dejar que la mirada se convierta en acción. “El cristiano no sólo abre los ojos, sino que abre el corazón para dar pasos de conversión”, explica. Una tarea “apasionante” que, afirma, debe vivirse en comunidad: “Ayudémonos unos a otros a hacerlo. Todos lo necesitamos”.

La Jornada Mundial de los Pobres es una oportunidad para renovar el compromiso con el Evangelio y con quienes sufren, desde una actitud de cercanía, servicio y amor sin límites.

Este artículo se ha leído 76 veces.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Compartir
WhatsApp
Email
Facebook
X (Twitter)
LinkedIn

Noticias relacionadas