Cáritas Española ha presentado esta mañana en Madrid el IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, un amplio diagnóstico sociológico elaborado por un equipo de 140 investigadores de 51 universidades y entidades del Tercer Sector. El estudio, coordinado por la Fundación FOESSA, revela que España atraviesa un proceso inédito de fragmentación social, con una clase media en contracción y una desigualdad estructural que se mantiene entre las más altas de Europa.
Según los datos de la sexta Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales (EINSFOESSA), realizada en 2024 a más de 12.000 hogares, la exclusión severa afecta hoy a 4,3 millones de personas —un 52 % más que en 2007—. A pesar de las sucesivas fases de recuperación económica, la brecha social no se ha cerrado: «No fallan las personas, falla el sistema», subrayó Raúl Flores, secretario técnico de la Fundación FOESSA y coordinador del informe.
Vivienda y empleo, motores de la exclusión
Los principales factores de exclusión son la vivienda y el empleo. El informe advierte que el 45 % de la población que vive de alquiler está en riesgo de pobreza o exclusión, «la cifra más alta de la Unión Europea». Aunque los indicadores macroeconómicos del empleo han mejorado, casi la mitad de la población activa (47,5 %) sufre alguna forma de precariedad laboral. «La vivienda está triturando el equilibrio de las clases medias», alertó Flores.
Educación, salud y origen familiar agravan la brecha
La investigación identifica también otros factores multiplicadores de la exclusión: educación, origen familiar, salud y relaciones sociales. El nivel educativo se confirma como un «cortafuegos» decisivo: quienes no superan la ESO multiplican por 2,7 su riesgo de exclusión severa. Además, la desigualdad se hereda: los hijos de padres con bajo nivel educativo tienen el doble de probabilidades de caer en pobreza.
En materia sanitaria, el informe advierte que el 6 % de las familias más vulnerables con enfermedades graves no recibieron atención médica en 2024. Los diagnósticos de depresión y ansiedad se duplican entre quienes viven en exclusión severa.
Soledad, desigualdad de género y crisis juvenil
El aislamiento se ha quintuplicado entre las personas en exclusión severa (del 3,2 % en 2018 al 16,6 % en 2024), y la exclusión grave afecta especialmente a hogares encabezados por mujeres, que ya representan el 42 % del total. Las familias monoparentales son las más castigadas: su tasa de exclusión ha pasado del 12 % al 29 % en menos de dos décadas.
Los jóvenes y los niños son los grandes perdedores del modelo actual: un tercio de la exclusión severa corresponde a menores, y la pobreza infantil alcanza el 29 %. Más de 2,5 millones de jóvenes viven en precariedad estructural, con salarios entre un 15 % y un 30 % inferiores a los de generaciones anteriores.
Una sociedad del desasosiego
El IX Informe FOESSA describe una «sociedad del miedo», marcada por la desconfianza, el individualismo y la desigualdad. «Vivimos en una sociedad ecológicamente vulnerable, anímicamente desasosegada y socialmente desgarrada», resumió Flores. La huella ecológica de España triplica la capacidad del territorio, y si todo el mundo consumiera como la población española serían necesarios 2,5 planetas.
Llamamiento a un nuevo paradigma del cuidado
Ante este diagnóstico, Cáritas y la Fundación FOESSA reclaman «un cambio radical de paradigma civilizatorio» que ponga en el centro la interdependencia, la ecodependencia y el cuidado. «Necesitamos una democracia del cuidado», afirmó Flores, «capaz de sustituir la sociedad del miedo por una sociedad del biencuidar, basada en la justicia, la solidaridad y la responsabilidad compartida».
La Fundación FOESSA —creada por Cáritas en 1965— ha presentado nueve grandes estudios desde su fundación. Este noveno informe reúne más de 85 propuestas concretas para afrontar las causas estructurales de la desigualdad y construir una sociedad más justa y sostenible.
Fuente: Cáritas Española / Fundación FOESSA (Nota de prensa, 5 de noviembre de 2025).