El Cruzado Aragonés ha entregado su Almendra de Oro 2025 al Instituto de Educación Secundaria Hermanos Argensola en homenaje a la fecunda labor educativa del centro a lo largo de 75 años. La ceremonia, presidida por el obispo y presidente del patronato de El Cruzado, se llevó a cabo en el salón de actos de la UNED de Barbastro, con la colaboración del Gobierno de Aragón.
El director del centro, Carlos Barrabés, y el secretario jubilado, Jesús Laguarta —quien organizó la programación conmemorativa del 75º aniversario—, recogieron el diploma acreditativo. Tanto Barrabés como Laguarta agradecieron el premio, extendiendo el reconocimiento a todo el claustro de profesores y personal del IES Hermanos Argensola.
El Obispo de la Diócesis de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, que cerró el acto, elogió la trayectoria del centro: «Durante 75 años, este centro ha hecho justamente eso: creer, sostener, acompañar y formar». El obispo invitó a los presentes relacionados con el IES a ponerse en pie, pidiendo una ovación para los docentes.
La entrega de la Almendra de Oro fue precedida por una mesa redonda que abordó «la salud de la educación», reflexionando sobre juventud y educación. El debate contó con la participación de Carlos Barrabés (actual director), Genoveva Buatas (exdirectora), y Rafael Loriente (pedagogo y orientador), moderados por la directora de El Cruzado, Ruth Zamora López.
Durante el coloquio se abordaron temas complejos como los cambios en la forma de educar, la adolescencia y los retos actuales, destacando conceptos clave como las nuevas tecnologías, la diversidad, y el bienestar emocional.
En su discurso de clausura, el obispo Pérez Pueyo destacó la convicción compartida en el coloquio: «educar nunca ha sido fácil, pero siempre ha sido imprescindible». Asimismo, alabó la capacidad de los jóvenes, que «manejan con naturalidad tecnologías complejas» y «conservan una sensibilidad profunda por la justicia, el planeta, la paz y la igualdad».
Citando a León Felipe, el obispo definió la vocación docente: «Cada joven es un camino único, irrepetible. Y educar es tener la delicadeza de acompañar sin invadir, de guiar sin imponer, de sembrar sin exigir cosecha inmediata«. Concluyó con un llamamiento a la esperanza en la labor educativa: «La educación necesita muchas manos, muchos ojos, muchos corazones: padres, profesores, orientadores, instituciones, parroquias, medios de comunicación… toda la sociedad. Pero, sobre todo, necesita esperanza. Porque cada joven es una promesa; cada aula, un comienzo; cada instituto, una incubadora de humanidad».
Almendra Amarga y Almendra Garrapiñada
En esta edición, el semanario reivindicó una de sus secciones más tradicionales, «La Almendrera», haciendo entrega de dos almendras simbólicas:
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Almendra Amarga: Se entregó para señalar el «maltrecho mercado de la vivienda», como un «tirón de orejas» ante la difícil situación para adquirir una vivienda asequible.
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Almendra Garrapiñada: Se concedió a la solidaridad vecinal, personificada en los vecinos de Estadilla por su «actitud y acción encomiable» tras la fuerte tormenta de granizo del pasado 13 de septiembre. El teniente de alcalde de la villa, Carlos Valbuena, recogió la bolsita de almendras garrapiñadas en nombre de la comunidad.


