El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, concelebró con el presbiterio diocesano la Misa Crismal en la que se bendijeron los Santos Óleos de los catecúmenos -entregados por dos animadores de la Comunidad- y de los enfermos -portados por representantes de la Cofradías-, y se consagró el Santo Crisma, que entregaron tres jóvenes de Estadilla, que este sábado recibirán la confirmación. “Dios te busca, Dios te sana, Dios te unge”, repitió en varias ocasiones el prelado, evocando las palabras de Benedicto XVI sobre los óleos, que expresan las tres dimensiones de toda persona.

A los confirmandos, Álvaro, Valen y Vero, se dirigió el obispo de modo especial, en la Catedral de Barbastro, para recordar que óleos y crisma están presentes en los sacramentos, “siete regalos nos ha dejado el Señor, siete signos que evocan los momentos más importantes para todo hombre y mujer: todos algún día nacimos, crecimos, nos alimentamos, hicimos opciones de vida, tropezamos o caímos, y todos  un día seremos acompañados a la casa de Aquel que nos creó por amor”.

Momentos de una vida en la que los sacerdotes, revestidos de blanco en esta eucaristía, representantes de “Jesucristo mismo, están llamados a estar presentes, a celebrar, compañeros de lágrimas y de alegrías, esos a los que llamáis ‘curas de cabecera’”. Para todos ellos, que renovaron en esta solemne ceremonia sus promesas sacerdotales, pidió Mons. Ángel Pérez a los fieles un aplauso por la labor que realizan y oraciones, para que sigan siendo fieles a su vocación.

Los aplausos volvieron a sonar en dos ocasiones más. La primera, para unirse a la celebración de las bodas de plata del sacerdote de Alcolea de Cinca Francisco Cabrero, que recibió un obsequio de manos del delegado diocesano para el Clero y la Vida Consagrada, Jaime Clusa. La segunda, cuando el obispo hizo pública la incardinación a la Diócesis de Barbastro-Monzón del sacerdote colombiano, Nacho Cardona, párroco de la unidad pastoral de Graus y vicario de Pastoral, que lleva ya diez años como pastor en varios puntos del Alto Aragón oriental. Así mismo, hubo un recuerdo especial para los presbíteros fallecidos en los últimos meses: Ernesto Durán, José Puy, José María Garanto, Jerónimo Ríu, Enrique Calvera y José María Girón.

La Misa Crismal, que debería haberse celebrado el pasado Martes Santo, se tuvo que aplazar por las circunstancias derivadas de la pandemia. Finalmente, se ha celebrado de forma inédita en septiembre. Doscientas personas participaron en la eucaristía, completando el aforo de la Catedral barbastrense, donde se tomó la temperatura a todos los que entraron al templo, debidamente señalizado y con las medidas de seguridad oportunas.