La Novena al santo Cristo de los Milagros recuperó este año la normalidad y, también, la procesión de peregrinos llegados de diferentes localidades de la diócesis de Huesca. El obispo, don Julián Ruiz Martorell, los recibió a las 7.45 h. en la plaza de la Universidad para acudir a continuación en procesión a la catedral de Huesca. Allí, a las 8.00 h., tuvo lugar el traslado de la imagen desde la capilla hasta el altar mayor, donde se celebró la primera eucaristía. Además, se celebraron eucaristías a las 10:00, 12:00 y a las 19:00 h. se celebró solemne pontifical presidido por el obispo de Huesca, don Julián Ruiz Martorell, a cuyo término se realizó de nuevo el traslado del santo Cristo de los Milagros a su capilla.



Atrás quedan dos años difíciles a causa de la pandemia, con las restricciones de aforo en 2021 e iniciativas en 2020 como la de ubicar una cámara web en la capilla del santo Cristo de los Milagros.



La devoción por la imagen se remonta al año 1497, cuando la ciudad sufría una mortífera epidemia de peste, se sacó en procesión al santo Cristo y se le pidió que intercediese para que cesara la epidemia. En plena procesión, la imagen del santo Cristo de los Milagros sudó y remitió la peste, lo que se entendió como un milagro. Desde entonces, la devoción no ha cesado y miles de oscenses se la muestran a lo largo de la celebración de la Novena.