La S.I. Catedral de Tarazona ha acogido esta mañana de Miércoles Santo la Misa Crismal, presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por todos los sacerdotes de la Diócesis.
En la Eucaristía se ha consagrado el Crisma y se han bendecido los Óleos para los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, del Orden y de la Unción de Enfermos. Para los sacerdotes, un momento especial es cuando se renuevan las promesas sacerdotales, expresando la comunión de los presbíteros con su Obispo y pidiéndole al Señor que siga infundiendo la fidelidad y perseverancia en todos ellos.
La misa ha contado con varios fieles que han acompañado al obispo y a los sacerdotes en esta misa tan emotiva en la que se ha pedido por los sacerdotes fallecidos y por los que pasan la prueba de la enfermedad, así como los que se encuentran fuera de nuestas fronteras.
En la homilía, D. Eusebio se ha dirigido a los sacerdotes a quienes ha animado a reflexionar sobre «nuestra calidad del testimonio de fe» y les ha invitado a hacer una «reflexión creyente, una reflexión que busca la Luz en la Palabra de Dios y un clima de diálogo y conversación con Nuestro Señor». También les ha exhortado a «renovar cada día la gracia de Dios y a trabajar sin desfallecer a favor del pueblo tal y como hizo Cristo con el precio de su muerte».
Al finalizar la eucaristía, D. Eusebio les ha pedido a los presentes un aplauso a los sacerdotes de la diócesis por el gran trabajo que realizan a diario.
Que Dios siga bendiciendo a nuestra diócesis con nuevos sacerdotes el servicio del Pueblo de Dios.