La Cofradía del Santo Cristo y San Vicente Ferrer de Graus se reunió hoy en la misa de hermanos para celebrar a su patrón y dar la bienvenida a los nuevos cofrades. La eucaristía, presidida por el obispo de Barbastro-Monzón en la Virgen de la Peña, tuvo como tema central el papel de la cofradía en la preservación de la fe y las tradiciones locales.
En su homilía, el obispo recordó la figura de san Vicente Ferrer, quien hace más de 600 años llegó a la villa y encendió una fe que perdura hoy gracias a la cofradía. El obispo definió a los cofrades como «custodios de un tesoro de fe» y «sembradores de futuro». Asimismo, les instó a no limitarse a mantener una tradición, sino a hacer de su vida un «anuncio alegre, sencillo y creíble de la fe».
Don Ángel hizo un paralelismo entre el santo dominico y los «influencers» modernos, señalando que san Vicente Ferrer fue el «gran influencer de su tiempo». Su predicación, que no se limitaba a las catedrales, se caracterizaba por un lenguaje directo y ejemplos cotidianos que llegaban al corazón del pueblo. El obispo subrayó que la verdadera influencia no se mide en seguidores, sino en vidas transformadas. De esta manera, animó a los cofrades a ser «influencers del bien» en Graus.
Durante la homilía, también se hizo mención a una reciente peregrinación de la Cofradía a París en mayo, destacando cómo esta experiencia reforzó el sentido de comunidad y la misión de llevar el Evangelio más allá de Graus. Por eso invitó a los cofrades a vivir la fiesta como un «anticipo del Reino de Dios», donde la fraternidad y el amor prevalecen sobre el egoísmo.
Festividad de san Vicente Ferrer
Más tarde, tuvo lugar la procesión de san Vicente Ferrer y la solemne eucaristía en la iglesia de San Miguel. En su homilía, el obispo pidió a los presentes tres cosas: ser agradecidos con la fe heredada, vivir con alegría y esperanza, y hacer de Graus una comunidad fraterna donde nadie se sienta solo.
Don Ángel pidió expresamente que «san Vicente Ferrer interceda por nuestro pueblo. Que nos haga sembradores de esperanza y que el Santo Cristo siga siendo la luz y la fuerza de nuestra villa».