Las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús llegaron a Zaragoza en 1971. Esta Congregación fue fundada en Ciempozuelos (Madrid) en 1881, por san Benito Menni, un sacerdote miembro de la Orden de San Juan de Dios. Su objetivo fundacional fue dar respuesta a la situación de abandono sanitario y exclusión social de las enfermas mentales de la época, aunando caridad y ciencia.

Abejar Radio es una ventana abierta al mundo, que rompe barreras y crea relaciones.

Es verdad que el marco social y cultural ha cambiado, pero la misión permanece intacta. De hecho, la congregación y toda la familia hospitalaria que ha crecido en torno a ella lo tiene muy claro: “Somos como el buen samaritano: no pasamos de largo, miramos, vemos nos dejamos conmover y, compasiva y solidariamente, actuamos; en una palabra, somos hospitalarios en nuestra misión compartida”.

Cuando hace más de veinticinco años estuve todo un verano trabajando como auxiliar en este centro de referencia para la salud mental en Aragón -era un seminarista en el trance de pasar del Menor al Mayor- me asombró ver cómo era una verdadera familia. A la vuelta de los años puedo decir que la familia sigue y que ha crecido: he reconocido rostros envejecidos, pero envueltos en el cuidado y el cariño; he visto nuevos pacientes y a las hermanas con más ilusión, rodeadas de un equipo humano de trabajadores y voluntarios comprometidos, compartiendo misión y valores. Valores que pueden resumirse en uno solo: hospitalidad, que consiste en ofrecer espacio y tiempo; cuidado, humanidad y recursos a los destinatarios de esta misión.

De la periferia, al centro

Un día me gustaría confirmarme”, dice Samanta. Tiene 23 años y lleva desde los 18 en el ‘Nuestra Señora del Carmen’. Participa habitualmente en la acción pastoral y también en una peculiar iniciativa: Abejar Radio, www.radioelabejar.com. Junto a ella, otros nombres: Juan Carlos, Ascen, Marcos, Conchita, Héctor, Nerea, Javier, Jesús, Carmen, Diego y Raúl. Profesionales y pacientes que hacen de esta radio online una herramienta de comunicación, desde este centro neuropsiquiátrico hacia todo el mundo.

También es un instrumento de formación y terapéutico, pero sobre todo, es una plataforma innovadora y responsable para la participación.

Y es que este centro, movido por el carisma hospitalario, propone un itinerario terapéutico integral, que atiende a la salud biográfica de cada persona. En él, se inserta también la pastoral. Nuria es su coordinadora y dice que está rodeada de personas especiales, “sensibles, exuberantes, y que saben hacer lío”.

La acción en este campo se orienta en torno a tres grandes líneas: catequesis, interioridad y valores, sin olvidar la dimensión celebrativa de la fe. Nuria subraya la necesidad de una pastoral creativa: “Cuanto más especial sea una realidad, más creativa ha de ser la pastoral”, afirma. Además, toda la comunidad del ‘Nuestra Señora del Carmen’ ha adoptado algunas de las respuestas pastorales del plan diocesano de Zaragoza. En concreto, desarrollar una pastoral misionera al encuentro de las personas con nuevos lenguajes edificando una Iglesia de puertas abiertas.