Un soplo de aire fresco que contribuyó a humanizar la rehabilitación social de estas personas que cumplen condenas por diferentes delitos. Los diez internos estuvieron acompañados por voluntarios de la Pastoral Penitenciaria y otras personas invitadas a hacer el recorrido, así como por funcionarias de la prisión, entre ellas la subdirectora de tratamiento y varias educadoras.
Esta salida terapéutica surgió a propuesta de la Pastoral Penitenciaria, que es un grupo de trabajo de la Iglesia dedicado a prestar apoyo a quienes cumplen condenas privativas de libertad. Se hizo coincidiendo con las celebraciones de la Merced.
Son actividades que benefician a los internos y que si al principio se hacían solo con los equipos de tratamiento, ahora muchos funcionarios de interior también participan en estas salidas.
Fuente: Diario de Teruel