Tres encargos de María: vivir con alegría, mantener la fe y cuidar de los demás

Ascen Lardiés
16 de agosto de 2025

El obispo enfatizó que María era una mujer cercana, una persona del pueblo, que sabía lo que era cuidar de una casa y trabajar con las manos, lo que la hace muy próxima a la gente. Siguiendo la idea de Benedicto XVI de que «en el cielo tenemos una Madre», Mons. Pérez Pueyo aseguró que María no se ha olvidado de la humanidad y que, desde la gloria de Dios, acompaña y protege a las personas.

La Asunción de María es la meta a la que Dios nos llama a todos. El obispo la comparó con «la primera del pueblo que ha llegado a la cima» y que grita que «el camino no termina en la muerte, sino en la vida. En un mundo que tantas veces nos quiere hacer pensar que la muerte es el final, María es testigo de que el amor de Dios nos espera más allá», aseveró.

Finalmente, el obispo dejó tres «invitaciones» o encargos sencillos para el camino de los fieles: vivir con alegría -no dejemos que las dificultades nos roben la sonrisa-, cuidar de los demás -como ella cuidó de Jesús y de José, cuidemos de nuestra gente, sobre todo de los más frágiles- y mantener la fe -aunque el camino sea cuesta arriba, confiemos como María, que siempre dijo “sí” al Señor-. Don Ángel concluyó su homilía pidiendo que la gente se marche a casa sabiendo que tienen una Madre en el cielo que camina con ellos y que un día también están llamados a vivir eternamente en la casa del Padre.

Este artículo se ha leído 133 veces.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Compartir
WhatsApp
Email
Facebook
X (Twitter)
LinkedIn

Noticias relacionadas