El 9 de agosto, en las horas previas a la solemnidad de nuestro patrón, la basílica de san Lorenzo de Huesca ora con las solemnes Completas, en esta ocasión interpretadas por la Coral Oscense y el Coro Ars Musicae, acompañados por la Orquesta de Cámara de Huesca. Al órgano se encontraba Rubén Justes y dirigía Elisa Betrán Torner. Un acto religioso central en el inicio de las fiestas laurentinas que reunió a cientos de devotos en el templo. Antes, terminó el triduo en honor a san Lorenzo con el rezo del santo rosario, exposición del Santísimo, preces al santo y celebración de la eucaristía presidida por el obispo de Huesca y de Jaca, el padre Pedro Aguado Cuesta.
Las Completas, copresididas por el obispo de Teruel y Albarracín y obispo electo de Málaga, monseñor José Antonio Satué Huerto, constan de una invocación inicial y el examen de conciencia. Sigue el himno “Te lucis ante términum” (“Antes de que la luz llegue a su término”); el Salmo 4 en Acción de gracias; el Salmo 133, la Oración vespertina en el templo; una lectura breve del Deuteronomio 6, 47; el responsorio “In manos tuas, Dómine, comméndo spíritum meum (“A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu”); el cántico evangélico “Salva nos, Dómine, vigilántesm custódi nos dormiéntes, ut vigilémus cum Christo et requiescámus in pace (“Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz”).
Se continúa con el “Nunc dimittis” (“Cristo, luz de las naciones y gloria de Israel”), la oración “Visita, quaésumus…” (“Visita, Señor, esta habitación: aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella y nos guarden en paz, y que tu bendición permanezca siempre con nosotros)” y se lee con la conclusión “Noctem quiétam et finem perféctum concédat nobis Dominus omnípotens” (“El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa”.
Para terminar se cantam la Antífona final a la Santísima Virgen María “Salve, Regína”, y el Himno de San Lorenzo compuesto por José María Lacasa con letra de Ernesto Banzo: “San Lorenzo, patrono de mi tierra, de esta tierra bendita de Aragón, que en su alma celosamente encierra, siempre viva la llama de su amor. Los oscenses, postrados a tus plantas, y admirando tu fe sobre el dolor, te suplican infundas en sus vidas los alientos que el cielo te otorgó”.
“Te ofrendamos primicias de los campos, fecundados por ese mismo sol, a cuya luz tus ojos entreabrieron, en tu cuna de oscense y español. Aceptad nuestra ofrenda perfumada con el mejor perfume: la oración; y vierte sobre Huesca y sobre España la dulce gracia de tu bendición”.