“Recibir la comunión en el hospital te marca como cristiano y te pone en relación con Jesús”

Carmelo Alonso Prieto (Zaragoza, 1943) sabe muy bien qué es la enfermedad y cómo la puede vivir un cristiano en un hospital de titularidad pública, como es el caso del Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza). En el marco del 26 de mayo, día en que la Iglesia en España retoma la Jornada Mundial del Enfermo que tiene por lema ‘Gratis habéis recibido, dad gratis’, les ofrecemos su testimonio, teniendo muy presentes a los más de 18.500 voluntarios que se entregan al cuidado de los enfermos en nuestro país en muchos hospitales, residencias y hogares.

Alonso Prieto, joyero de profesión, comparte su experiencia como cristiano en el hospital.

Domingo en un hospital. Llevo siete operaciones en cuatro años. Siempre, al llegar al hospital, pido que me apunten para que venga a verme el sacerdote. En el capellán, busco reconfortar mi espíritu y también continuidad para no sentirme alejado de mis cosas: ya que el domingo no puedo ir a la eucaristía, el sacerdote me la trae.

La labor del capellán. Es importante que en los hospitales haya capellanes. Algunas veces cuando te visitan, hasta el vecino de habitación te mira raro. Aunque todos te respetan, si no fuera por el capellán, se haría muy difícil compartir la fe y comunicar la Palabra. Además, recibir la comunión en el hospital te marca: te señala como cristiano y te pone en relación con Jesús.

La familia en el hospital. Las enfermeras no me dejaban ir a la capilla por mi estado de salud. Yo no entendía, sentía la necesidad. Pero entonces invitaba a que mi mujer Aurita fuera a participar de la misa; luego volvía conmigo y compartíamos la eucaristía que ella había vivido.

Voluntario del Evangelio. También me he convertido en visitador de enfermos en el hospital. Cuando me dejaban salir con el gotero por el pasillo, me acercaba a las habitaciones donde había enfermos ancianos y solos. Siempre me han acogido bien.

La atención religiosa en los hospitales aragoneses

La leyes en España garantizan el derecho de asistencia religiosa en los hospitales, habida cuenta de que son recintos donde las personas que están dentro no tienen posibilidad física de ir a un templo a celebrar prácticas religiosas o hablar con un sacerdote. ¿Cuál es la situación en Aragón?

En Aragón, existen catorce hospitales que son atendidos por un total de veinticinco capellanes. Las tareas de un capellán de hospital son muy variadas y, sobre todo, muy importantes: llevar el Evangelio con toda su grandeza, no solo a los enfermos, sino también a sus familias o cuidadores. Lo hacen desde el acompañamiento, la cercanía, el respeto.

La mejor forma de facilitar su ministerio es que cuando un creyente ingresa en el hospital, aunque no precise urgentemente algún sacramento, se ponga en contacto con la capellanía y pida que le visite algún sacerdote. De otro modo, el servicio de los capellanes entraría en conflicto con la protección de datos o el derecho a la intimidad de los pacientes.  En algunos casos, la labor de los sacerdotes se ve apoyada por la colaboración de personas idóneas o voluntarios de Pastoral de la Salud.