Pepa Robres y Jorge Gutiérrez, ‘matrimonio Caná’: “Intentamos acercar al Señor a las parejas a través del propio cónyuge”

José Antonio Calvo
28 de junio de 2018

Llevan 26 años casados. Vivieron la semana Caná, la primera de España, en 2013. Les cambió la vida totalmente: “Hubo un antes y un después”, dicen. Sus tres hijas también participaron y, desde entonces, son partícipes entusiastas de esta realidad. Desde 2017, Pepa y Jorge son responsables de la ‘Misión Caná’ en España, un compromiso que les ocupa un tiempo que no puede medirse: dedicación completa. La próxima cita, del 22 al 28 de julio, en la Cartuja de Aula Dei, en  Zaragoza.

¿Quién os invitó? La comunidad del Chemin Neuf. Formábamos parte de la delegación de Familia y Vida de Zaragoza, fuimos a visitar esta comunidad y nos lo propusieron. Aunque nos pillaba en medio de una mudanza, no pusimos obstáculos: vimos una comunidad alegre y sencilla. Pensamos que era una invitación del Señor.

¿Os explicaron algo de Caná? Nosotros preguntamos y nos dijeron poca cosa: tiempo para la pareja, para descubrir más al Señor. La palabra clave fue ‘sorpresas’. Ahora entendemos que no se puede decir más… la acción del Señor es imprevisible.

“Un antes y un después”, ¿en qué sentido? (J) Yo siempre me había considerado un cristiano en búsqueda, quería la excelencia en mi matrimonio. A partir de Caná, el Señor me tocó: soy fiel a la oración, soy fiel a la eucaristía diaria. Y, por supuesto, nuestro matrimonio salió muy reforzado. (P) Reconozco que cuando nos invitaron, no sabían nada de nosotros. Fui para mejorar, pensando que ya vivíamos fenomenal, pero he de reconocer que la semana Caná con toda su pedagogía me condujo a un conocimiento profundo, tanto mío, como de mi marido y, sobre todo, a un acercamiento al Señor: nos costaba la oración y Caná nos ayudó a hacerla también en pareja y en familia. Ahora nos parece fundamental.

Caná nos ayudó a hacer oración en pareja y en familia. Ahora es fundamental

¿Cómo viven Caná los hijos? Es un tiempo de descanso para toda la familia, los hijos la viven participando en actividades de acuerdo a su edad. Suele haber un hilo conductor bíblico. La familia participa, pero el bien que se le transmite deriva del bien que recibe la pareja. Por eso, también se puede participar sin llevar a los hijos.

Aunque no se puede desvelar el ‘misterio Caná’, ¿cuáles son sus grandes vivencias? Hay una serie de verbos que se conjugan a lo largo de la semana: descansar, descubrir, abrirse, amar, compartir, escuchar y escucharse, celebrar, perdonar, orar.

Y después, ¿qué? Una nueva mirada y una nueva visión sobre la pareja, la familia y la vida, fortalecida por una presencia más viva del Espíritu Santo… y mucha alegría.

¿Por qué Caná es una misión? Porque los matrimonios y las parejas estamos muy cómodos en el día a día, paramos poco y no dejamos entrar al Espíritu en nuestras vidas. Caná es una misión porque lo que intenta es acercar al Señor a las parejas a través del propio cónyuge. Es una misión que brota del Evangelio. Es evangelización.

¿Qué relación tiene Caná con Amoris Laetitia? Toda. La misión Caná recoge todas las realidades que experimentan hoy las personas. Aunque en España todavía no está implantada, existe Caná Samaría para separados, divorciados, con nuevas parejas o sin ellas, familias monoparentales.

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