El obispo de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola, ha presidido hoy, Miércoles Santo, la celebración de la Misa Crismal en la S.I de Catedral. La eucaristía ha sido a puerta cerrada debido al estado de alarma en el que nos encontramos por la pandemia del COVID-19, pero se ha podido seguir en directo a través de la página de Facebook de la diócesis.
Como señala el obispo en la carta que, con motivo de esta celebración ha enviado a los sacerdotes y también ha recordado en la homilía, «este año todo es diferente» -señala- «celebro la Misa Crismal sin vuestra presencia fraterna y confortadora» pero -ha añadido- «no obstante en el silencio de los bancos vacíos, estáis y os siento a todos».
En la misa de hoy, el obispo ha consagrado el Santo Crisma y ha bendecido el óleo de los catecúmentos y el de los enfermos, con los que se realiza la celebración de los Sacramentos. D. Eusebio también ha hecho referencia a que en la Misa Crismal se lleva a cabo la renovación de las promesas sacerdotales y la distribución del Crisma consagrado y los Óleos bendecidos pero, como ya indicó en las disposiciones para la celebración de la Semana Santa en las circunstancias en las que nos encontramos, el presbiterio diocesano, es decir todos los sacerdotes, será convocado para realizarlas más adelante.
Es esta una celebración muy especial para los sacerdotes y hoy, D. Eusebio ha querido recordarles desde la distancia que «estamos llamados a servir a todos los bautizados para que vivan su sacerdocio común», «estamos enviados para ayudarles a descubrir o redescubrir la vocación de la alegría del amor de Dios e impulsarles a amar a Dios y a los hermanos» y ha incidido en «que nos sientan cercanos, cariñosos, aunque sea a distancia» en estos momentos en los que vivimos y que ha calificado de «oscuros y difíciles».
Por otro lado, el prelado ha incidido en que esta crisis «nos debe animar a mirar nuestra vida y redescubrir dónde está lo verdaderamente valioso» porque «con frecuencia nos preocupamos de muchas cosas, demasiadas, y dedicamos nuestros esfuerzos a lo que sólo es pasajero y no permanente» y ha hecho alusión a las numerosas iniciativas solidarias que se están llevando a cabo estos días. «Sí, la persona humana es buena. Acompañemos creativamente este momento», les ha exhortado a los sacerdotes.
D. Eusebio ha dado las gracias por el don del sacerdocio, por el trabajo abnegado de todos los curas y les ha dicho que cuenten con su «reconocimiento, apoyo, afecto y oración» y el de los fieles porque «son muchas y buenas las obras que lleváis a cabo en vuestras parroquias y acciones pastorales».
El obispo también ha tenido unas palabras de recuerdo para los sacerdotes ancianos, a los enfermos y a aquellos que puedan estar atravesando momentos de duda o confusión. Por último, ha recordado a los sacerdotes que se encuentran en las misiones y a los que este año han fallecido.
Ha finalizado la eucaristía mandando un saludo especial a todos los feligreses de la diócesis de Tarazona, a los enfermos, a los que lo están pasando mal y a todos aquellos que están trabajando para ayudarnos a todos.
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