En un ambiente de fe, alegría y convivencia, los residentes de la Residencia Riosol de Monzón han participado en la eucaristía celebrada en la ermita de la Alegría, coincidiendo con la festividad de la Virgen de Fátima.
Gracias a la colaboración de Cruz Roja, que ha facilitado el transporte, los mayores que así lo han deseado han podido trasladarse hasta este emblemático templo, jubilar durante este año, donde el párroco, Óscar Vives, ha presidido la santa misa. Una cita que se repite cada año y que permite a los residentes vivir una jornada entrañable, en la que la oración y la convivencia se entrelazan, fortaleciendo la fe y el sentido de comunidad.
La mañana ha transcurrido entre cantos, oraciones y momentos compartidos en torno a la Virgen, en un entorno natural que invita al recogimiento y la gratitud. Una experiencia que los participantes han vivido con emoción, agradeciendo el esfuerzo de todos los que hacen posible que estas tradiciones se mantengan vivas, año tras año.
