Las parroquias aragonesas rezan por todos los enfermos

Sheila Peñalva
8 de febrero de 2022

En el marco de la trigésima Jornada Mundial del Enfermo, los sacerdotes de las parroquias de todas las diócesis aragonesas celebrarán eucaristías el próximo 11 de febrero para pedir por todos los enfermos del mundo, especialmente por las personas que sufren por la pandemia del coronavirus, y por los sanitarios que permanecen en primera línea de batalla, según informó Wilson Ascensio, sacerdote de la Diócesis de Huesca y coordinador de la Pastoral de la Salud en Aragón.

El padre Wilson propone apoyar y rezar por todos los sanitarios.

Como se sabe, la Jornada Mundial del Enfermo, instaurada por San Juan Pablo II, coincide con la festividad de Nuestra Señora de Lourdes, y este año el tema elegido por el Papa Francisco es “Sean misericordiosos, así como el Padre de ustedes es misericordioso. Estar al lado de los que sufren en un camino de caridad”. El Santo Padre ha recordado en esta ocasión la labor indispensable que realizan los agentes sanitarios y la Pastoral de la Salud “en el cuidado y en la cercanía con los enfermos y sus familias”. Precisamente, el padre Wilson Ascensio explica que, debido al actual contexto pandémico, las peticiones en las misas -en unión con el Sumo Pontífice- tendrán muy en cuenta “las consecuencias mentales en los ciudadanos, y en el personal sanitario, después de tantos meses de restricciones y funcionamiento vital excepcional, y con gran saturación hospitalaria, lo cual ha provocado depresiones, desánimo y pérdida de la esperanza”.

LABOR VOCACIONAL

El coordinador de la Pastoral de la Salud en Aragón recalcó, asimismo, que la sociedad debe estar muy agradecida con la gran labor que han realizado los sanitarios, quienes han manifestado no sentirse héroes, sino profesionales que han ejercido su labor con sentido vocacional. “Ahora están pagando las consecuencias de toda la presión, y debemos ser comprensivos y compasivos con ellos”, afirma. Del mismo modo, destacó el denodado esfuerzo de los sacerdotes mayores, quienes también trabajaron en primera línea de batalla acompañando a los enfermos en residencias, domicilios y centros hospitalarios, “aun cuando ello les supuso padecer la enfermedad en sus carnes, pero priorizando la atención humana y espiritual a quienes más lo necesitaban”.

El padre Wilson destacó el gran esfuerzo y el trabajo de los sacerdotes durante esta pandemia.

DOLOR Y FE

El padre Asensio sostiene, no obstante, que el dolor por la enfermedad es una buena oportunidad para acercarnos a Dios. “El sufrimiento, si se vive con sentido sobrenatural, puede producir una oportunidad de cambio, de mejora y de conversión. En esta pandemia hemos visto testimonios de personas que se acercan a Dios como última alternativa, otras de forma momentánea, pero predominan las que han encontrado consuelo, aliento y han encontrado esa caricia de Cristo”, manifiesta. Sin embargo, el coordinador de la Pastoral de la Salud señaló que ahora que han quedado en el olvido los aplausos de las ocho de la tarde a los sanitarios, se ha instalado la queja por la escasa atención de los médicos, por los malos servicios en las citaciones y las esperas interminables. “Creo que debemos ser más comprensivos con los sanitarios, necesitan nuestro apoyo, y mucha oración por su bienestar”, recalcó.

El personal sanitario necesita nuestro apoyo emocional y muchas oraciones.
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