Con motivo de la suma del Ayuntamiento de Zaragoza a los municipios que optan por el empleo social, a la hora de gestionar los residuos textiles y la ropa de segunda mano, aprovecho para destacar el aporte que, desde el mundo de la economía social, realizan las empresas de inserción a nuestra sociedad.
Cada vez es mayor la red de municipios que apuestan por el empleo social, a la hora de establecer las condiciones que regulan los concursos o los contratos municipales.
Un ejemplo de ello está siendo la empresa de inserción gestionada por la Fundación por la Inclusión Social de Cáritas Zaragoza, A TODO TRAPO Zaragoza SLU que ha ido ampliando su red de contenedores para ropa usada, gracias a la colaboración con municipios del entorno de Zaragoza y de la Diócesis, y recientemente con el Ayuntamiento de Zaragoza, en colaboración con aRopa2 proyecto de Tiebel Servicios de Inserción, también empresa de inserción.
La gestión de la ropa usada y la fracción textil suponen una actividad proclive para la inserción socio-laboral de personas en situación de vulnerabilidad o exclusión social. Por ello es importante su apoyo por parte de instituciones públicas y su reconocimiento dentro del ámbito de la economía social.
La red de contenedores para la donación de ropa usada y residuo textil se fortalece en Zaragoza y su entorno como una opción de inserción socio-laboral.
Para facilitar a la ciudadanía su colaboración con esta iniciativa y para fortalecer su compromiso con el reciclaje y el medioambiente, resulta fundamental la colaboración de las corporaciones municipales en su opción y apuesta clara por modelos de gestión de la fracción textil en los que se opte de forma clara por potenciar el empleo social y la inserción de colectivos en situación de exclusión social. La alianza, en este sentido, con empresas de inserción como A Todo Trapo Zaragoza SLU, es garantía de plena confianza en una gestión ética de la ropa y de las personas contratadas para tal fin. Todo ello también gracias a los avances que en los últimos años se han conseguido a través de la normativa que facilita la contratación pública a empresas de inserción, las reservas de mercado para las mismas y las cláusulas sociales de contratación pública.
Existen otros modelos de gestión de la fracción textil, donde el acento se pone en el beneficio lucrativo de la empresa gestora. Normalmente estos modelos no tienen en cuenta qué tipos de empresa gestionan los proyectos, ni la trazabilidad de la ropa, es decir el destino de la misma.
En el modelo de gestión social debemos tener en cuenta que no sólo se da un beneficio social, sino que también hay un retorno económico para la sociedad, ya que una persona contratada por una empresa de inserción pasa de percibir una prestación económica (ayudas de urgente necesidad, ayudas de integración familiar, IAI, entre otras), a pagar impuestos tanto directos como indirectos, puesto que su familia tiene sus necesidades cubiertas mediante un salario y su capacidad de consumo aumenta notoriamente.
El retorno económico estimado de una persona contratada por una empresa de inserción supone en torno a 11.563 €, teniendo en cuenta la contribución de los distintos impuestos que supone su contratación y el ahorro de prestaciones económicas que recibía.
Por otro lado, debemos tener en cuenta el factor medioambiental, ya que los ayuntamientos que favorecen la colocación de estos contenedores facilitan al ciudadano y vecino de los municipios el reciclado y la donación de ropa o textiles en desuso, evitando lleguen a los vertederos municipales. Las empresas de inserción dedicadas al reciclaje y reutilización de ropa se encargan de clasifican en distintas calidades las prendas para darles el destino oportuno, bien sea de reutilización a través de tienda o para reciclado a través de otras materias como relleno para asientos o materiales de limpieza industrial.
Además, las personas en situación de necesidad son derivadas por los servicios sociales o por Cáritas a estas tiendas para cubrir sus necesidades de vestido, normalizando así el acceso a los mismos y dignificando la entrega social.
Por otro lado, se fomenta el consumo responsable, permitiendo a la ciudadanía comprar ropa de segunda mano a través de estas tiendas, reduciendo el consumo de materias primas y apoyando proyectos sociales que favorecen la creación de empleo para personas en situación de exclusión.
Por ello, creemos importante destacar la opción y apuesta que han realizado los municipios de Zaragoza y su entorno: Cuarte de Huerva, María de Huerva, Cadrete, Villanueva de Gállego, San Mateo de Gállego, La Puebla de Alfindén, Ontinar de Salz, Pastriz, Zuera, Botorrita, Leciñena, Longares, Muel, Bárboles, Grisén, Pedrola, Torres de Berrellén, Pinseque, Cabañas de Ebro, Figueruelas, Remolinos, Zaragoza y los municipios de Alcañiz y Calanda. Varios de estos municipios vienen colaborando con el proyecto desde el inicio, ya en 2015, y algunos de ellos se han incorporado recientemente.
Los puestos de trabajo creados por A Todo Trapo Zaragoza han sido 14 hasta ahora, 9 de ellos de inserción. Y se esperan crear 4 puestos más de inserción, en el próximo año con la ampliación de los contenedores en vía pública en la ciudad de Zaragoza.