El Papa León XIV ha convocado para este viernes, 22 de agosto, una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo, coincidiendo con la memoria litúrgica de la Santísima Virgen María, Reina. Todas las diócesis de Aragón se sumarán a esta llamada, invitando a los fieles a unirse en la súplica al Señor para que cese la violencia y florezca la justicia en los lugares marcados por la guerra.
La convocatoria se realizó al término de la audiencia general del pasado miércoles, 20 de agosto, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Allí, el Santo Padre reiteró su insistente petición de oraciones y pidió que, a través de María, «Madre de los creyentes e invocada como Reina de la Paz», se eleven súplicas «para que el Señor enjugue las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso».
«Una jornada de ayuno y oración, implorando al Señor que nos conceda la paz y la justicia», fueron las palabras del Papa, pronunciadas en un contexto internacional marcado por la persistencia de la violencia en Tierra Santa, Ucrania y otros focos de conflicto.
El perdón, camino para la paz
En su catequesis de ese mismo día, León XIV reflexionó sobre «el arte del perdón», recordando que se trata de un don gratuito que impide que el mal se reproduzca. «Sin perdón nunca habrá paz», subrayó al dirigirse a los peregrinos de lengua portuguesa, y pidió que esta jornada sea ocasión para reconciliarnos con Dios y con los hermanos.
El Papa también invitó a que la oración de este viernes tenga un tono universal, incluyendo intenciones por la paz en todo el mundo, de manera especial por Ucrania y Oriente Medio.
Gesto personal del Papa
En los días previos, León XIV peregrinó hasta la ermita de la Mentorella, cerca de Roma, donde se recogió en oración a los pies de la Virgen María y encendió una vela por la paz. «Es necesario rezar mucho para alimentar la esperanza, que aún existe», afirmó después, al regresar de su breve estancia en Castel Gandolfo.