La primera comunidad contemplativa de la Congregación de Marta y María se ha instalado en la localidad de Bisimbre, en la diócesis de Tarazona.
Cinco monjas, que se dedicarán a la oración y a la contemplación, forman esta nueva comunidad que recibe el nombre de Casa de María de Betania, y que fue bendecida por el obispo de la diócesis, Mons. Eusebio Hernández Sola, el pasado miércoles, 15 de enero.
El obispo destacó que la vida contemplativa «no es un fin para llegar a Dios sino un medio» y la definió como «una extensión del amor de Dios». En la eucaristía, que sirvió de apertura de la Casa, estuvieron presentes la Madre General de la Congregación, Ángela Eugenia Silva Sánchez, quien dijo que la nueva comunidad es un «pararrayos», un numeroso grupos de religiosas de la Congregación que llegaron de distintas partes de España para acompañar a sus hermanas en esta nueva etapa, e integrantes de los Misioneros de Betania, su rama masculina. El alcalde de Bisimbre, Pedro Antonio Royo, y un gran número de vecinos también participaron en la celebración.