En el latir de nuestra Iglesia, después de las familias cristianas, la catequesis es el puente que conecta la fe con las nuevas generaciones, y para que ese puente se ha solido y vibrante la formación de los nuestros catequistas es esencial. Por eso queremos poner el foco en la reciente escuela de verano de Catequistas, organizada por los delegados de Catequesis de Aragón, en Peralta de la Sal, llevado a cabo del 27 al 29 de junio. Un evento que ha congregado a los transmisores de nuestra enseñanza de la fe, bajo el sugerente lema «Somos catequistas de hoy». Durante tres intensos días los catequistas han participado en un programa de capacitación, oración y convivencia, diseñado para fortalecer su misión pastoral.
En el «Espejo de la Iglesia en Aragón» de COPE entrevistamos a Nuria Gironella, una de las catequistas en la Escuela de verano de Peralta de la Sal, transcribimos la entrevista.
Rocío Álvarez: El lema como decíamos, es «Somos catequistas de hoy». Cuéntanos, Núria, ¿cuál es tu principal desafío a la hora de ser un Catequista hoy día?
Nuria Gironella: Mira, mi principal desafío es la identidad, que es aquello que nos caracteriza, que me caracteriza a mí como persona, que me define. Tiene mucho que ver con la conciencia personal y de ministerio, y para mí es algo que se construye y evoluciona. Por eso la importancia de esta escuela, la importancia de la formación, del encuentro con Dios, con la comunidad, con los hermanos. Y personalmente, creo que tiene que ver mucho con lo contracultural. Siempre la identidad del catequista, del creyente, del Evangelio, tiene un componente contracultural que para mí es importante.
R.Á.: Y, además, el programa incluyó Núria la proyección de partes de The Chosen, una reflexión posterior. ¿Qué crees que aportó esta serie de la formación y qué conclusiones sacaron sobre cómo puede ayudar en la catequesis?
N.G.: The Chosen en es una serie que está muy embógano, es una serie que creo que tiene siete temporadas sobre la vida de Jesús de Nazaret, para nosotros el Señor Jesús. Es una serie que vimos que trabaja mucho el aspecto humano, de Jesús, es una serie de éxito, y que puede acercar a nuestros niños, a nuestros jóvenes, también a los adultos, tuvimos varias experiencias, pues lo que es la vida de Jesús. Y sí que comentamos que como otros instrumentos es eso, un instrumento, es un instrumento al servicio de la evangelización, pero desde luego no el único. Y sí que Oscar, que fue el delegado de Huesca, que nos lo presentó, nos hizo también, hincapié en esto precisamente. Y que hay que complementarlo, pues con nuestra propia formación, con nuestra experiencia, con la Biblia, pero que desde luego puede ser un recurso o es un recurso muy interesante.
R.Á.: Desde luego es una serie que ha calado, ha calado y ha llegado. Otra de los puntos importantes de este encuentro, fue la introducción al método Godly Play. Cuéntanos un poco, ¿qué cosa este método?
N.G.: Este método es un método… Para muchos de nosotros que estábamos allí, pues un método novedoso, aunque yo personalmente lo conocía por aplicado en el ámbito de la discapacidad, es un método que tiene una base importante en María de Montessori, y, por lo tanto, es un método que no coarta la pregunta, la competencia espiritual y religiosa del niño o del joven. En un primer momento, hace precisamente para un ámbito infantil, en la diócesis ya está funcionando en algunas parroquias, en algunos colegios. Y yo creo que es interesante cómo recupera el tema narrativo, de las historias, de la narración, de lo táctil también, en un mundo tan de pantalla, si tan de imagen. Bueno, pues, fomenta las preguntas abiertas, la compañía del grupo, y precisamente el trabajo es narrativo, y el trabajo a través de objetos, también de acercarnos a la vida de Jesús.
R.Á.: Que interesante. El sábado también realizasteis Nuria, una peregrinación jubilar a Barbastro, que incluyó una Eucaristía, además de la formación, que habéis ido teniendo, también son relevantes, son importantes, pues estos momentos, de oración y de convivencia espiritual, ¿cómo lo vivisteis?
N.G.: Lo vivimos con mucho calor, y con mucho agradecimiento también, porque estamos insertos dentro de la Iglesia, y celebramos así el Jubileo. Estuvo muy bien preparado por Sonia, de la diócesis de Barbastro-Monzón, y yo creo que fue también interesante, o al menos lo compartimos en algún grupo, el tema de que dimos también visibilidad, íbamos caminando por las calles, con nuestro altavoz, cantando, rezando, tuvimos diversas paradas en iglesias significativas, muchas de ellas no las conocíamos, fue un día también acompañados de la Virgen, precisamente en el Inmaculado Corazón de María, estuvimos con los claretianos, y fue un momento como resaltas tú, de convivencia y de fe. Es otro aspecto, que, para los catequistas, yo creo que es… Bueno, yo creo, y lo es, es muy importante.
R.Á.: También se abordó, Núria, el tema de «Francisco y la catequesis». ¿Cuéntanos para ti que enseñanzas del Papa Francisco, te parecen fundamentales para aplicarlas en tu labor de catequista?
N.G.: Fue un momento también intenso y emocionante, pues recordando al Papa Francisco, todo lo que hizo por la labor del catequista, nos la compartió con nosotros, Sergio, el delegado de Zaragoza. Y yo creo que, bueno, pudimos después también compartir en voz alta lo que más nos había llamado la atención. A mí personalmente, me parece muy importante la tarea de Francisco cuando instituye el catequista como ministerio en el año 2021. Y como siempre nos recuerda que es un tema vocacional. No es un trabajo, no es algo como transitorio, sino que es una vocación. Y, por lo tanto, es una llamada a la que debemos responder. Y también muchos coincidimos en una frase ¿no? siempre el Papa nos hablaba de una Iglesia en salida. Y como él decía en un discurso a los catequistas que prefería una Iglesia que tropiece a una Iglesia enferma. Por lo tanto, siempre en camino, entre la gente. Y también recuerdo cómo nos decía en un encuentro además que tuvo con los delegados de España que el catequista debe ser como los pastores de Belén. Sí, con ese olor a oveja, bueno, pues los catequistas pastores de Belén con dos actitudes, la prontitud y la humildad. Y me parece que son, para mí, personalmente, son dos actitudes, pues, interesantes.
R.Á.: Que chulo lo que cuentas. Y finalmente, Nuria, ¿por qué animarías a otros catequistas a participar en futuras ediciones de este evento en Peralta de la Sal?
N.G.: Pues yo creo que tendríamos que animarnos, confieso que era mi primera vez, de asistencia a la escuela, pues porque es un momento de reflexión, de ahondar en la formación, y, como yo, compartía con vosotros, de ahondar en nuestra identidad, ¿no? Conocer nuevos recursos, conocer personas que están en nuestra misma vocación, hacer Iglesia. Yo creo que todos resaltamos también, lo que nos gustó y la importancia que se le da a la escuela, el que, pues, vinieran dos obispos, que estuvieran también nuestros sacerdotes, los laicos, pues fue un momento de construir, de construir Iglesia. Que yo creo que eso también es una llamada que ahora nos hace nuestro Papa León, ¿no? de ser personas de comunión.
R.Á.: Pues muchísimas gracias, Nuria, por tu testimonio, por acercarnos la labor tan bonita que desempeñáis, los catequistas con entrega y con cariño. Un saludo.
N.G.: Muchas gracias, hasta pronto.