Con profundo recogimiento, numerosos fieles de Tarazona volvieron a reunirse ayer, 1 de julio, en la iglesia del Carmen para celebrar una misa de reparación y desagravio tras los actos vandálicos que sufrió el templo el pasado mes de marzo. La celebración, presidida por el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, marcó también el reinicio del culto en este lugar sagrado. El prelado estuvo acompañado en la celebración por los sacerdotes, don Antonio Latorre, responsable de la Iglesia del Carmen, don Miguel Antonio Franco, don José Luis Sofín y el diácono permanente, don Miguel Ángel Peña.
La ceremonia comenzó con una lectura dedicada al desagravio, en la que se recordó el significado de este tipo de celebraciones dentro de la Iglesia católica: un acto litúrgico que busca reconciliar lo profanado, expresar el dolor ante las ofensas recibidas y restituir la santidad del lugar mediante la oración y el gesto simbólico.
Después, don Vicente procedió a la aspersión con agua bendita por todo el templo, así como sobre los fieles congregados, dando así inicio oficial a las celebraciones litúrgicas en el templo restaurado. “Estoy celebrando algo que jamás hubiera imaginado tener que hacer”, confesó el obispo en su homilía, aludiendo a la dolorosa necesidad de este acto.
Durante su predicación, el prelado destacó la importancia de los templos como espacios que “nos hacen sentir hermanos” y en los que “oramos y celebramos la fe”. Subrayó que el respeto por estos lugares no se queda en lo material: “Ese respeto se lleva en el corazón y en el alma”, afirmó. También tuvo palabras de reconocimiento para quienes, con dedicación, cuidan del templo: “Lo hacen por respeto, porque en él está el Señor y porque es un lugar sagrado”.
El obispo invitó a los presentes a aprovechar esta ocasión como una oportunidad de conversión y reflexión comunitaria. “Este acto nos viene bien para reflexionar, para sentir que el Señor está con nosotros, para restituir este templo y el pecado que en él se cometió”, concluyó.
Al finalizar la Eucaristía, el responsable de la iglesia del Carmen, don Antonio Latorre, expresó su agradecimiento a todas las personas que le han brindado su ayuda durante estos meses difíciles, y tuvo unas palabras especialmente sentidas para el obispo, don Vicente, por su atención, apoyo y cercanía constantes.
