La diócesis de Teruel y Albarracín entra en Sede Vacante

Diócesis de Teruel y Albarracín
13 de septiembre de 2025

Con la toma de posesión de la diócesis de Málaga por parte de quien fuera nuestro Obispo, Mons. José Antonio Satué Huerto, hoy 13 de septiembre en la Catedral malacitana, nuestra diócesis de Teruel y Albarracín ha entrado en periodo de Sede Vacante.

Acabada la celebración se consulta a nunciatura si se nombra un Administrador Apostólico, si no fuera el caso se deberá reunir en los próximos días el Colegio de Consultores para nombrar un Administrador Diocesano hasta la llegada de un nuevo Obispo.

Administrador Diocesano

El Administrador Diocesano cesa en su cargo cuando el nuevo obispo toma posesión de la diócesis. Tiene la misma potestad del obispo diocesano, exceptuando algunas cuestiones marcadas por el derecho canónico. Por ejemplo no puede administrar las Sagradas órdenes -lo haría algún obispo llegado el caso. Tampoco puede consagrar el Crisma.

Es un proceso de continuidad y “en espera” del nuevo pastor. Se dice que en sede vacante, el administrador no debe “causar perjuicio a la diócesis” y que “nada debe innovarse”. Es decir, que no deben producirse cambios significativos o de calado en el normal funcionamiento de la diócesis, tanto a nivel de gestión como de pastoral.

Nuevo Obispo

El Nuncio, que representa al Papa en España, puede solicitar a un número considerable de cristianos -sacerdotes, consagrados, laicos y también obispos de la diócesis en sede vacante y de otras, diversos informes, por ejemplo: situación de la iglesia particular, el perfil del obispo que necesita, posibles nombres de candidatos o consultarle sobre detalles concretos sobre algún nombre o nombres que ya hayan sido propuestos.

Con toda esa información, el Nuncio de su Santidad prepara un completo dossier y lo envía a la Santa Sede, al Dicasterio de los Obispos. Allí, se estudia el material y se proponen al Papa varios nombres. Es el Papa quien elige al candidato más idóneo, cuya decisión comunica al Nuncio, que se a su vez lo transmite al candidato y solicita su consentimiento. Pasados unos días se comunica a la diócesis respectiva y se hace público a todo el Pueblo de Dios y a los medios de comunicación.

Una vez hecho público el nombre del obispo “electo”, se elige el día de su ordenación episcopal -en el caso de que haya sido elegido un sacerdote y la toma de posesión.

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