Hoy miércoles, 8 de marzo, Manos Unidas se suma a la celebración, en muchos de los países del mundo, del Día Internacional de la Mujer. Una jornada que, para la ONG, fundada por mujeres y cuyo personal es eminentemente femenino, cobra especial relevancia en un mundo en el que el hambre, la pobreza, la marginación y el abandono siguen teniendo rostro de mujer.
A poco más de siete años de la fecha de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el que cerca de 500 millones de mujeres mayores de 15 años no sepa leer ni escribir, es inadmisible. «Mantener a las mujeres y a las niñas fuera del sistema escolar y de la educación es un atentado contra los derechos de esas personas. Es imperdonable que, en un mundo en el que el avance de las tecnologías es imparable, millones de mujeres vean sus
posibilidades de desarrollo cercenadas por carecer de conocimiento básicos de lectoescritura y por no poder desenvolverse en el entorno digital», asegura María José Hernando, del departamento de Estudios de la Manos Unidas.
«En Manos Unidas sabemos que, para estrechar la enorme brecha de desigualdad que separa, todavía, a hombres y mujeres –fundamentalmente en los países del Sur- es necesario garantizar a las niñas el acceso a una educación de calidad desde edad temprana», «Porque sólo así –explica Hernando- se producirán los cambios necesarios para lograr una sociedad más igualitaria».
Además, «mientras sobre las mujeres y las niñas sigan recayendo la gran mayoría de las tareas del hogar (recogida de agua y de leña, cuidado de las personas, limpieza, trabajo en el huerto y con los animales…) perdurará esa desigualdad en materia de educación», denuncia Hernando.
Aunque la educación durante la infancia es esencial para que las niñas puedan convertirse en mujeres independientes, en algunos lugares del mundo prevalecen costumbres como el matrimonio infantil que convierte a las niñas en adultas, de manera prematura, y les priva de su derecho a estudiar y, con ello, a prosperar y a tener un papel relevante en la sociedad. Según Naciones Unidas, en el último año, más de 750 millones de niñas contrajeron matrimonio antes de los 18 años.
El camino para acabar con todas estas desigualdades pasa, evidentemente, por acabar con todo aquello que impide a estas niñas y mujeres el acceso a la educación, al trabajo y a las decisiones políticas y comunitarias. En este sentido, Manos Unidas, apoyó, en el año 2022, 80 proyectos –por un importe cercano a seis millones de euros- que tenían como objetivo garantizar los derechos de las mujeres y la equidad en las comunidades en las que trabaja la
ONG. Con el fin de contribuir a acabar con las raíces de la discriminación que sufren las mujeres y para que se reconozca su dignidad y su derecho al desarrollo integral, las mujeres están presentes de manera trasversal en todos los proyectos y estrategias que pone en marcha Manos Unidas.
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