El Rosario de Cristal es la forma de referirse al grandioso rosario general que desde 1890 recorre las calles de Zaragoza en la tarde del día posterior a la festividad del Pilar. Hace algunos años, se buscó acomodo a estos faroles y carrozas tan monumentales en la iglesia del Sagrado Corazón de la plaza de San Pedro Nolasco, actual museo del Rosario de Cristal. Desde allí partirá, a las 19.00 horas del 13 de octubre.

El Rosario de Cristal consta de muchos faroles que representan distintos momentos de esta devoción: la cruz del rosario; los quince misterios gozosos, dolorosos y gloriosos, a los que se les añadió otro farol monumental con los luminosos; padrenuestros, avemarías, glorias y las letanías; además de otras carrozas conmemorativas, cerrando con la de la Hispanidad.

El Rosario de Cristal trasciende Zaragoza y son muchos los grupos parroquiales y cofradías que acuden desde localidades grandes, pequeñas y muy pequeñas de las seis diócesis aragonesas. En la noche, el desfile de tantos faroles de forma variada y de cristales policromados, junto con los estandartes y los trajes regionales, produce un efecto fantástico y una impresión imborrable.

Otros rosarios de cristal

Aunque el Rosario de Cristal de Zaragoza es con probabilidad el más grandioso, en otros lugares de la geografía aragonesa también hay expresiones semejantes: Ateca, Borja, Híjar, Perdiguera, Tauste. El de Calatayud, que se celebra el 8 de septiembre, es el más antiguo de Aragón y está compuesto por doscientos faroles, procesionando desde la Colegiata de Santa María la Mayor.

En Teruel, el año pasado se recuperaron y restauraron algunos de los faroles de su rosario de cristal, acompañando a la Virgen del Rosario con motivo de su festividad, por las calles de los barrios del Carrel y del Arrabal. Tanto la imagen de la Virgen como los faroles son portados por mujeres. Fuera de Aragón, en Vitoria también se celebra un rosario de faroles desde 1885.