El periodista Javier García Antón, director del Diario de Huesca, abrió con su pregón este viernes 31 de marzo la Semana Santa oscense. Lo hizo en la iglesia de santo Domingo y san Martín, abarrotada para la ocasión, y reivindicó que los cristianos “tenemos que desperezarnos” y “despertarnos” sin “tener miedo al lío” puesto que “el Espíritu Santo ordena el caos”. Elegido como pregonero por la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz, aceptó el ofrecimiento porque prefiere “como las cofradías, ofrecer hasta sus últimos estertores a sus congéneres”.

“El mundo de hoy parece cada vez más una torre de babel y para qué, para tener más posesiones terrenales y un mejor currículum. Los cristianos tenemos el término de la misericordia, sentir el corazón de los desdichados”, señaló. La Semana Santa, dijo García Antón, es “extraordinariamente propicia para el viaje del bien, del yo al prójimo y a Cristo. Necesitamos un plan, interiorizar una hoja de ruta. Ver, debatir, juzgar y actuar”. La Semana Santa es asimismo “trascendencia” y estos días hay que “procesionar y hablar con Dios, emprender nuestro vía crucis”.

La sociedad “penaliza la introspección” y “corremos el riesgo de que la dimensión espiritual nos abandone. Somos refugiados en nuestro egoísmo, indolentes para ver de cerca”. De ahí que sea “incoherente llamarse cristiano y ponerse una venda en los ojos y unos tapones en los oídos. Caminamos en medio de la dificultad de sacudirnos los complejos” frente a la “soberbia y analfabetismo interpretativo de los católicos no practicantes”. Precisamos “de pastores buenos, atentos y cariñosamente entregados a los que estamos dentro. Todos estamos llamados a una labor evangelizadora”.

Javier García Antón fue presentado por el sacerdote salesiano Josan Montull, y el pregón de la Semana Santa dejó paso a varios reconocimientos. El primero, a Cleofé Pérez de Pablo, nombrada cofrade honoraria de la Archicofradía por sus años de apoyo y presencia en la procesión del Santo Entierro como Manola y acompañando a la Virgen Dolorosa. Recibieron sendas distinciones la comisaría provincial de la Policía Nacional en Huesca y la comandancia de la Guardia Civil. El vicario general, don Nicolás López Congosto, encabezó la representación diocesana.